Beato Juan Pablo II

El pasado sábado unos 200.000 peregrinos celebraron la Vigilia por Juan Pablo II en el Circo Maximo de Roma. El día fue bastante lluvioso. Sin embargo, ayer domingo 1 de mayo, festividad de la Divina Misericordia en el calendario litúrgico moderno, Roma vivió un auténtico día primaveral, soleado y con buena temperatura. Fue un pequeño "milagro" para que la jornada de beatificación de SS. Juan Pablo PP. II no desmereciera. Y no lo hizo.

 

El Papa Benedicto XVI proclamó beato al venerable Papa Juan Pablo II al comienzo de una histórica y multitudinaria Misa a la que se ha estimado que asistieron de forma presencial más de un millón de personas, procedentes de todas partes del mundo. Era la primera vez en diez siglos que un Sumo Pontífice elevaba a los altares a su predecesor inmediato.

Ante la multitud que llenaba la Plaza de San Pedro, la Vía de la Conciliación y las calles adyacentes, repletas de banderas y pancartas, el Vicario para la diócesis de Roma, Agostino S.R.E. Card. Vallini, leyó ante el Papa -entre los aplausos de los presentes- una semblanza biográfica del Papa Juan Pablo II. Los aplausos invadieron de nuevo la Plaza de San Pedro cuando se recordaron momentos como la fecha de su elección como Sumo Pontífice, el 16 de octubre de 1978, o su predilección especial por los jóvenes, a quienes se dirigió de manera particular en las Jornadas Mundiales de la Juventud.

Tras esta lectura, el Papa Benedicto XVI declaró beato a Juan Pablo II y estableció la fiesta del nuevo beato el 22 de octubre de cada año, tras lo cual se descubrió el tapiz con el rostro del beato Juan Pablo II mientras sonaba el himno de la beatificación, ante los aplausos y vivas de los presentes, que hacían onderar sus banderas en señal de alegría.

A continuación le fue presentada al Papa Benedicto XVI una ampolla con la sangre del nuevo beato, que fue portada por la religiosa francesa Marie Simon Pierre, curada milagrosamente por su intercesión. Esta reliquia podrá ser venerada por los fieles llegados de todo el mundo a Roma.

A continuación discurrió la celebración de la Santa Misa de forma normal, y durante la misma se pudieron ver imágenes de las reinas católicas vestidas y tocadas con mantillas de color blanco, y a otras personalidades como los príncipes de España. S.A.R. la Princesa Doña Letizia vestía de negro riguroso y con mantilla del mismo color (no podrá utilizar el color blanco hasta que no sea reina). Hubo un detalle anecdótico, que recogieron las cámaras en directo, cuando una persona anónima asistente a la Santa Misa, en el momento de ir a comulgar puso la mano y el sacerdote, haciendo caso omiso de este gesto, depositó el Cuerpo sacramentado de N. S. Jesucristo en la boca de dicho fiel.

Por último las personalidades y otros fieles presentaron sus respetos ante el féretro del beato Juan Pablo PP. II ante el baldaquino de la Basílica de San Pedro, antes de que sus restos fueran depositados en la tumba preparada en la capilla de San Sebastián de la Basílica de San Pedro.

La Santa Sede ha creado una nueva página web especialmente dedicada al beato Juan Pablo II, que puede visitarse en esta dirección: http://www.juanpabloii.va/es/