domingo, 30 de mayo de 2010

Solemnidad de la Santísima Trinidad 2010



IN TE CREDO IN TE SPERO TE AMO TE ADORO BEATA TRINITAS VNVS DEVS MISERERE MEI NVNC ET IN HORA MORTIS MEAE ET SALVA ME AMEN

Creo en Vos, espero en Vos, Os amo, Os adoro, Oh Santa Trinidad, Un Dios. Tened misericordia de mi, ahora y en la hora de mi muerte, y salvadme. Amén.

domingo, 23 de mayo de 2010

Domingo de Pentecostés


VENI SANCTE SPIRITVS

VENI, Sancte Spiritus, reple tuorum corda fidelium, et tui amoris in eis ignem accende.

V. Emitte Spiritum tuum et creabuntur;
R. Et renovabis faciem terrae.

Oremus:

DEUS, qui corda fidelium Sancti Spiritus illustratione docuisti: da nobis in eodem Spiritu recta sapere, et de eius semper consolatione gaudere. Per Christum Dominum nostrum. Amen.


VEN, ESPÍRITU SANTO

VEN, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.

V. Envía, Señor, tu Espíritu y serán creados.
R. Y renovarás la faz de la tierra.

Oremos:

DIOS, que has iluminado los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo, danos el gustar todo lo recto según el mismo Espíritu y gozar siempre de su consuelo. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

jueves, 13 de mayo de 2010

Festividad de la Ascensión del Señor

Léctio Actuum Apostolórum.

Act. 1, 1-11

PRIMUM quidem sermónem feci de ómnibus, o Theóphile, quae coepit Jesus fácere et docére, usque in diem, qua, praecípiens Apóstolis per Spíritum Sanctum, quos elégit, assúmptus est: quibus et praébuit seípsum vivum post passiónem suam in multis arguméntis, per dies quadragínta appárens eis, et loquens de regno Dei. Et convéscens, praecépit eis ab Jerosólymis ne discéderent, sed exspectárent promissiónem Patris, quam audístis (inquit) per os meum: quia Joánnes quidem baptizávit aqua, vos autem baptizabímini Spíritu Sancto non post multos hos dies. Igitur qui convénerant, interrogábant eum, dicéntes: Dómine, si in témpore hoc restítues regnum Israël ? Dixit autem eis: Non est vestrum nosse témpora vel moménta, quae Pater pósuit in sua potestáte: sed accipiétis virtútem superveniéntis Spíritus Sancti in vos, et éritis mihi testes in Jerúsalem, et omni Judaéa et Samaría, et usque ad últimum terrae. Et cum haec dixísset, vidéntibus illis, elevátus est, et nubes suscépit eum ab óculis eórum. Cumque intueréntur in caelum eúntem illum, ecce duo viri astitérunt juxta illos in véstibus albis, qui et dixérunt: Viri Galilaéi, quid statis aspiciéntes in caelum ? Hic Jesus, qui assúmptus est a vobis in caelum, sic véniet, quemádmodum vidístis eum eúntem in caelum.

Libro de los Hechos de los Apóstoles
Hechos 1, 1-11

En el primer libro, ¡oh Teófilo!, traté de todo lo que Jesús hizo y enseñó desde el principio hasta el día en que fue arrebatado a lo alto después de haber dado instrucciones -movido del Espíritu Santo- a los apóstoles que había elegido, a los cuales, después de su pasión, se presentó vivo, con muchas pruebas evidentes, apareciéndose durante cuarenta días y hablándoles del reino de Dios. Y comiendo con ellos, les mandó no apartarse de Jerusalén, sino esperar la promesa del Padre, que de mi habéis escuchado; porque Juan bautizó en agua, pero vosotros, pasados no muchos días, seréis bautizados en el Espíritu Santo. Los reunidos le preguntaban: Señor, ¿es ahora cuando vas a restablecer el reino de Israel? Él les dijo: no os toca a vosotros conocer los tiempos ni los momentos que el Padre ha fijado en virtud de su poder; pero recibiréis el poder del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta el extremo de la tierra. Diciendo esto, fue arrebatado a vista de ellos, y una nube le sustrajo a sus ojos. Mientras estaban mirando al cielo, fija la vista en Él, que se iba, dos varones con hábitos blancos se les pusieron delante y les dijeron: Hombres de Galilea, ¿qué estáis mirando al cielo? Ese Jesús que ha sido arrebatado de entre vosotros al cielo, vendrá como le habéis visto ir al cielo.

martes, 11 de mayo de 2010

79º Aniversario de la quema de conventos: Persecución religiosa en la II República, la Guerra Civil (1931-39) y en la España de Zapatero

Los días 10 de mayo de 1931 y posteriores se produjeron en diferentes puntos de España, de forma simultánea y premeditada, los incendios de numerosas iglesias, conventos, seminarios, bibliotecas y otros edificios religiosos, que constituirían el inicio de la mayor persecución religiosa contra los católicos desde la época de los primeros cristianos.

No sólo hubo incalculables pérdidas patrimoniales y artísticas, sino que pronto la persecución tuvo resultados cruentos, sobre todo durante el fallido golpe de estado contra el gobierno de la República, por parte del PSOE y Esquerra Republicana de Cataluña, en octubre de 1934; y en 1936, durante la primavera sangrienta (tras las elecciones generales de febrero de 1936), así como durante toda la Guerra Civil Española, del 18 de julio de 1936 al 1 de abril de 1939 (especialmente en los primeros meses).

El balance de destrozos, crímenes y atrocidades no tiene parangón: unos 7.000 sacerdotes, religiosos y seminaristas asesinados, entre los que se encontraban trece obispos, y un indeterminado número de seglares cuyo único delito fue ser católicos, al igual que miles de obras de arte religiosas y edificios destruidos para siempre (amén de las profanaciones y sacrilegios cometidos).

La Memoria Histórica exige recordar lo que pasó, en este 79º aniversario, ante tanta desmemoria de los instigadores de estos actos, de los asesinos, y de sus descendientes -no sólo biológicos sino, sobre todo, ideológicos-. Una imagen vale más que mil palabras. Aquí dejo unas quinientas de estas imágenes, en forma de presentación: