jueves, 19 de enero de 2017

Obispo estadounidense da instrucciones a todas sus parroquias de no dar la Comunión a los divorciados que no vivan en continencia

Se trata de S. E. Mons. Steven Lopes, primer Obispo del Ordinariato Personal de la Cátedra de San Pedro en Estados Unidos, uno de los ordinariatos establecidos por S. S. Benedicto XVI para la admisión en la plena comunión con la Iglesia Católica de comunidades provenientes del anglicanismo.

Según informó ayer el Catholic Herald (aquí), Mons. Lopes acaba de enviar una Carta pastoral titulada "A pledged troth" (Unos esponsales comprometidos) a las 42 parroquias y comunidades parroquiales anglocatólicas de Estados Unidos en al que, a diferencia de la recientemente publicada por los obispos de Malta (ver aquí), ratifica el Magisterio de la Iglesia sobre la situación de los adúlteros.

En la misma, Mons. Lopes recuerda que los divorciados unidos civilmente con otra persona distinta a su legítimo cónyuge no pueden comulgar si no están "comprometidos a la continencia completa", así como que la indisolubilidad es parte de la naturaleza del matrimonio.

Aunque sea una obviedad -hoy en día no tanto, dada la confusión generalizada-, Mons. Lopes también ha recordado a los fieles que para poder comulgar tienen que confesarse antes, sacramentalmente, de todos los pecados mortales, para lo cual deben tener propósito de la enmienda, que también incluye la intención de no volver a cometer el pecado de adulterio:

"Una pareja vuelta a casar civilmente que decide guardar completa castidad y, por tanto, se compromete a no volver a pecar, está en una situación muy diferente a una pareja vuelta a casar [civilmente] que no tiene intención de vivir en castidad, por mucho que ésta sienta pesar por el fracaso de su primer matrimonio. En esta situación, no reconocen que su impureza, que es adulterio, es gravemente errónea, o no tiene intención firme de dejar de pecar [...] A menos que, o hasta que, los casados civilmente manifiesten honestamente su intención de abstenerse por completo de las relaciones sexuales, la disciplina sacramental no les permite el acceso a la Eucaristía".

Mons. Lopes, contra el argumento de los obispos de Malta que aseguran que es "humanamente imposible" no pecar -una herejía condenada solemnemente por los cánones del Concilio de Trento-, reconoce que la abstinencia sexual de estas parejas no es fácil, pero recuerda que "Dios no nos abandona en nuestras debilidades y dificultades". También recuerda que no puede haber excepciones a las leyes morales absolutas y que "la Palabra de Dios y la enseñanza autoritativa de la Iglesia son fuente de la verdad permanente para educar la conciencia". En este sentido, citando el Catecismo de la Iglesia Católica, afirma que "la conciencia no es una ley en sí misma, ni está por encima de la santa Ley de Dios, ya que debe ser testigo de la autoridad de la verdad pero no crea esa verdad".

También ha recordado que la exhortación apostólica "Familiaris consortio", de San Juan Pablo II, sólo admite una excepción para que los divorciados vueltos a unir civilmente puedan comulgar: el compromiso de vivir en continencia. Al mismo tiempo, afirma que se debe defender "Amoris laeitita" de quienes hacen un uso erróneo de ella para promover prácticas contrarias al Magisterio de la Iglesia.

Finalmente, ha señalado que fueron precisamente las posturas opuestas sobre temas como el de los divorciados, pero también sobre la contracepción o la homosexualidad, las que provocaron la ruptura de la Comunión anglicana y su "rechazo de la Escritura, la Tradición y la razón", al aceptar dar la "comunión" a los divorciados recasados civilmente.

2 comentarios :

  1. Como buenos convertidos, siguiendo el ejemplo de los Newman, Manning (Cardenales) el Padre Faber y toda lo espléndida constelación del Movimiento de Oxford estos católicos nos dan ejemplo.
    Yo recuerdo las conversiones en la época del Papa Juan Pablo II atraídos por el Magisterio del Papa que refulgía al enseñar las Verdades de la Fé Católica y que culminó en la Anglicanorum Coetibus reinando ya S.S.Benedicto XVI.
    Y ahora, qué es lo que pasa? Como diría el Papa Pablo VI, de feliz memoria, es como si un agente preternatural, perturbador, haya querido agostar, sembrar cizaña en la interpretación y en la actuación del último Concilio. Es el humo de satanás en el Templo de Dios.

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  2. Sin embargo, el Cardenal Arzobispo de Florencia, que trata muy bien al Instituto de Cristo Rey Sumo Sacerdote, muestra una preocupante indefinición sobre "Amoris laetitia":

    http://magister.blogautore.espresso.repubblica.it/2017/01/19/si-o-no-para-mi-estan-a-la-par-en-florencia-amoris-laetitia-funciona-asi/

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