Al concluir la Santa Misa "In Coena Domini", se despojan los altares (ver aquí) y se saca a Nuestro Señor del sagrario, quedando los tabernáculos de todas las iglesias del mundo vacíos y abiertos, en memoria de Nuestro Señor, que fue crucificado, muerto y sepultado, para reflejar Su ausencia desde la noche de Jueves Santo hasta la Santa Misa de Pascua de Resurrección. El Santísimo es llevado solemnemente en procesión, mientras se entonan himnos, a un lugar especial llamado "Monumento", que suele ser una capilla o altar adornado con profusión de flores y velas, donde se reserva y se le adora.
La costumbre de visitar siete monumentos en la noche de Jueves Santo y la mañana del Viernes Santo fue introducida en Roma por San Felipe Neri en el siglo XVI y se propagó por todo el mundo católico hasta llegar a nuestros días. La visita se realizaba originalmente a las cuatro Basílicas mayores: San Pedro del Vaticano, Santa María la Mayor, San Juan de Letrán y San Pablo extramuros, además de a las iglesias de San Lorenzo, la Santa Cruz y San Sebastián.
La visita a los Monumentos se realiza desde la tarde del Jueves Santo a la mañana del día siguiente, porque tras los Oficios de la tarde del Viernes Santo se consumen todas las Hostias consagradas del Monumento y la Iglesia queda sin Misa y sin Santísimo hasta la Pascua -el Viernes y el Sábado Santo son los únicos días del año en que no se oficia la Santa Misa-.
La forma de realizar esta tradición es visitando, literalmente, los Monumentos de siete iglesias distintas en recuerdo del recorrido que hizo Nuestro Señor durante Su Pasión desde el Cenáculo hasta el Calvario (donde no sea posible, se puede entrar y salir del mismo templo siete veces):
1) Del Cenáculo al huerto de Getsemaní
2) De Getsemaní al palacio de Anás
3) Del palacio de Anás al tribunal de Caifás
4) Del tribunal de Caifás al pretorio de Pilatos
5) Del pretorio de Pilatos al palacio de Herodes
6) Del palacio del Herodes al pretorio de Pilatos
7) Del palacio de Pilatos al monte Calvario
También se realiza en recuerdo de los momentos en los que el Señor derramó Su Sangre por nuestra redención:
1) La circuncisión
2) El sudor de sangre en Getsemaní
3) La flagelación
4) La coronación de espinas
5) Con la cruz a cuestas hacia el Calvario
6) Los clavos que traspasaron Sus manos y Sus pies en la Cruz
7) La lanzada de Longinos en Su costado, que le atravesó el Corazón
En cada una de las visitas al Monumento se medita sobre una estación del recorrido del Señor o la efusión de Su sangre, y se rezan seis Padrenuestros, Avemarías y Glorias -el último por las intenciones del Papa-, y se pide al Señor que nos libre de los siete pecados capitales (soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza) y nos conceda las siete virtudes (Fe, Esperanza y Caridad; justicia, prudencia, fortaleza y templanza) y los siete dones del Espíritu Santo (sabiduría, entendimiento, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios).
Piadosa entrada. La imágen parece ser el Monumento de la Basílica de San Lorenzo del Escorial.
ResponderEliminarEfectivamente parece ser que la Visita a los Siete Altares deriva de la Visita a las Siete Iglesias de Roma. Aunque también la Basílica Vaticana tiene siete Altares Privilegiados y son éstos: Altar de los Santos Proceso y Martiniano, Altar de la Virgen de la Columna, Altar de San Miguel Arcángel, Altar de la Virgen llamada gregoriana, Altar de San Simón y San Judas Tadeo, Altar de San Gregorio Magno y Altar de Santa Petronila (cfr. Enchiridion Indulgentiarum, edición de 1950). Los Papas sobre todo el Beato Pío IX y León XIII los visitaban con frecuencia al no poder salir del Vaticano desde 1870. También en nuestra Catedral Valentina hay señaladas siete cartelas con el escudo papal en siete Altares con la inscripción "Unus ex VII".
Todo lo que excita a la piedad y a la devoción debe ser fomentado y divulgado y por ello le expreso, estimado Catholicvs, mi más sincero reconocimiento.
También hoy, después de Visperas, en la Basílica Vaticana, tras haber despojado el Altar Papal mientras el Coro canta la Antífona "Diviserunt sibi" con su Salmo, el Cardenal Arcipreste acompañado del Reverendísimo Capítulo de la Basílica procede a lavar el Altar Mayor con agua y vino rezando las oraciones apropiadas mientras el Templo permanece en mística penumbra. La descripción en Mario Righetti "Historia de la Liturgia" vol.I BAC (edición de los años 50 del siglo pasado, escribo de memoria).
En fin, ha sido un placer escribir todo esto que me ha venido a la memoria mientras leía el interesante Artículo-entrada.
Muchas gracias por su interesante comentario, que complementa a la perfección esta entrada. Efectivamente, la imagen pertenece al Monumento de la Basílica de San Lorenzo del Escorial, en Madrid (España).
EliminarLa verdad, hoy es un día muy completo en lo que a actos y celebraciones se refiere, desde las dos Misas -Crismal e "In Coena Domini"-, pasando por el 'Mandatum', el Oficio de Tinieblas y, cómo no, las múltiples procesiones que recorren las calles de todos los pueblos y ciudades de España -quizás menos en otros países-.
Un cordial saludo, en Cristo.
Recuerdo de niño practicar esta devoción con mis padres. Luego se perdió. Hoy la retomo.
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