Quien fuera Prepósito General de los jesuitas durante casi una década, de 2008 a 2016, Adolfo Nicolás, S.J., ha escrito recientemente sobre sus encuentros con Francisco, como recoge en exclusiva el número de abril de la revista "El mensajero", que publicará la segunda parte en su próximo número de mayo. Curándose en salud con la aclaración de que se trata de "una narración de recuerdos de un octogenario", el escrito contiene varias perlas, de las que he recogido algunas.
Según él, "el pueblo (aquí se puede poner 'de cualquier país' y esto encuadra con mi experiencia personal) está todo con el Papa, los obispos no, pero no hablan, y el clero tampoco, pero sí que habla".
Como si viviera en un mundo paralelo, cuenta anécdotas de supuestos laicos, con los que evidentemente se identifica, que le pedían que diera las gracias al Papa "por devolvernos a la Iglesia; creíamos que iba a pique, cuesta abajo, y nos la encontramos ahora en todo lo alto".
Francisco, a quien describe como "un hombre cercano, sincero, para quien el Evangelio, y no la norma, era la última palabra", le habría dicho: "me critican, primero, porque no hablo suficientemente como Pontífice y, segundo, porque no actúo como un rey".
Preguntado sobre la marcha de la Compañía (de Jesús), Francisco le habría dicho: "creo que va muy bien". Por lo visto, además, "el Papa Francisco está convencido de que lo que el mundo necesita hoy es más sabiduría, menos dogma y más sentido, en general, para vivir y esperar".
Hablando sobre la evangelización, dice que Francisco "se habría percatado antes que yo de que no se puede evangelizar Japón sin crear alianzas con los budistas y shintoistas japoneses".
Asimismo, asegura que Francisco quiere hacer la reforma de la curia romana "en las líneas más netamente evangélicas de que es capaz" y que está "preocupado por la calidad de nuestro humanismo", así como que después hizo la siguiente declaración de intenciones: "le pido al buen Dios que me lleve cuando los cambios sean irreversibles".
Vamos, que no renuncia...
ResponderEliminarEs increíble, la ignorancia u otra cosa peor.
ResponderEliminarNi siquiera en una institución humana las reformas son irreversibles, cuando menos las reformas humanas en una institución divina.
Y además ¿no sabe que las herejías de algunos papas fueron revertidas por un concilio o sus sucesores?
Me surgen muchas preguntas. Porque dice que la Iglesia va muy bien (pocas vocaciones, la Iglesia dividida)
ResponderEliminarPorque no medita lo que dice antes, para evitar decir sandeces.
alianzas de que? para vender la Fé verdadera.
Me queda claro que no se quiere morir sin antes tratar de destruir mas a la Iglesia.
Saludos cordiales.
Nos encontramos ante un gran enemigo de la Santa Fe en la persona de Francisco. Que Dios lo perdone y nos libere pronto de su tirania heretica.
ResponderEliminarDice que lo critican porque no actúa como rey, pero si lo hace como dictador, Cual es la diferencia? O piensa que por no llevar el anillo, la museta y no sentarse en el trono papal, sus decisiones arbitrarias ni se ven ni se escuchan. Cuando uno pierde la capacidad de autocrítica ya no hay nada que hacer.
ResponderEliminarSaludos cordiales .
1. Para Dios no hay nada que sea irreversible, porque es omnipotente.
ResponderEliminar2. Para el demonio ninguna obra humana es irreversible porque con su astucia siempre pretende, y logra cuando Dios se lo permite, corromper toda obra humana buena.
3. Lo único irreversible es el destino final de las almas: salvación o condenación eternas.
Yo quisiera, por ejemplo, erradicar la pederastia, especialmente la de los clérigos; y querría que esto fuera irreversible. Pero no me puedo engañar. Aunque reforme radicalmente las estructuras humanas de la Iglesia y aunque en un momento dado todos los clérigos fueran santos, este buen estado de cosas no sería irreversible y con el tiempo, las debilidades humanas y la tentación del diablo podríamos
caer de nuevo en tal corrupción y aun llegar a niveles de degradación peores.
Respecto a los CAMBIOS en la Iglesia,
1. Es evidente que solo pueden pretenderse cambios en las estructuras humanas, pero no en la FE, en la Doctrina de Cristo tal como consta en el EVANGELIO, que se expresa en la Sagrada Escritura y en la Sagrada Tradición.
2. Un cristiano, por ejemplo, ¿qué tiene que cambiar?. No el contenido de su fe, salvo que se encontrara en un error evidente. Debe cambiar su conducta ¿cómo?. Cumpliendo mejor, con más fe, con más esperanza y con más caridad, los mandamientos; los cuales se resumen en el amor a Dios sobre todas las cosas y amor al prójimo como a uno mismo.
En base a todo esto, la palabras de Alfonso Nicolás producen gran perplejidad. ¿Cuales son esos CAMBIOS, que se pretende sean irreversibles?
adolfo nicolas
ResponderEliminarCorregido el lapsus linguae. Muchas gracias, Mauricio.
ResponderEliminarUn saludo, en Xto.
No hay nada que esperar de los hombres. Solo Dios N. S. puede hacer el milagro. Nada se puede esperar de este señor. Y aunque le pese a este señor -no puedo llamarle Papa, es demasiado para mí, estimado Catholicvs- aunque le pese a este señor, las Puertas del Infierno no prevalecerán y el Corazón Inmaculado de María triunfará. El cielo y la tierra pasarán pero la Palabra de Cristo no pasará. De esto esté seguro este señor.
ResponderEliminarYa es significativo que la mayoría del Clero -Obispos y Presbíteros- esté en su contra. Y también el pueblo fiel. Y el "sensus fidei", el sentido de la Fe y la Verdad Católica están, por fortuna, esta vez en la mayoría de Cardenales y Obispos -inmensa- que apoyan los "dubia" y que conocemos gracias al trabajo de Catholicvs.