A través de Messa in Latino he sabido que el abogado D. Pietro Guerini, Presidente y Portavoz nacional del Comité NO194 y de la asociación del mismo nombre, ha anunciado que se ha presentado una denuncia ante la Fiscalía de Venecia contra el "pornógrafo social" -como él mismo se define- austríaco Ulrich Seidl, por su última "obra" presentada en el Festival de Venecia, en la cual se denigra a los católicos -entre ellos el Papa- mezclando, ¡cómo no!, sexo y religión. Llueve sobre mojado, pues este "presunto" director de cine, expulsado en su día de la Academia de Cine de Viena por las bazofias que rodaba, ya lleva varias filmaciones anticatólicas, y ni se sabe cuántas relacionadas con el sexo -dos de sus principales obsesiones personales-.
Asimismo, la denuncia se extiende a la protagonista del bodrio en cuestión: la actriz Maria Hofstätter -a quien vemos en la foto ataviada con un trapo con floripondios y unas alpargatas de tacón, junto a Ulrich Seidl y el actor austríaco-egipcio Nabil Saleh-; a los administradores, tanto de la producción de la película, como del Festival de Cine de Venecia; y también a todos los demás responsables de complicidad en los delitos contemplados en los artículos 403 y 404 del Código Penal italiano.
Naturalmente, no pienso nombrar el título del engendro. Publicidad cero a los anticatólicos. Cuando las consecuencias -multa o arresto- sean mayores que los beneficios que sacan por atacar a la religión, se lo pensarán dos veces antes de atacar a los creyentes, que, naturalmente, suelen ser los católicos, pues estos valientes provocadores no se atreven a ser tan modernos y provocadores como nos intentan vender -atacando al Islam, por ejemplo-.
Según Seidl, que a lo largo de su esperpéntico trabajo de años ha dejado clara su distorsionada visión de la Iglesia católica y de los creyentes, a quienes cree "solos y tristes": "La protagonista no entiende que la adoración ciega por Cristo la convierte en un ser inhumano, incapaz de sentir amor y de comunicar la más importante virtud cristiana: amar al prójimo". "Ella es una mujer decepcionada del amor, de los hombres y frustrada sexualmente. Siente un vacío interior".
Me parece a mi que el único "vacío interior" es el que hay dentro de la cabeza del "señor" Seidl. ¿Influirá en ésto, así como en su fijación anticatólica y obsesión por el sexo, que fuera para sacerdote y se le torcieran los planes? Creo recordar que el genocida Stalin también fue un sacerdote frustrado... Por lo que se ve, los traumas personales no resueltos de ciertas personas traen como consecuencia un odio visceral contra la religión y, por ende, contra todas las personas creyentes. Mucho hablar de "fanatismo religioso", en lugar de tratarse su fanatismo antirreligioso -por ejemplo, con una sesión de psicoanálisis, inventado, por cierto, por su compatriota Sigmund Freud-.
Mi felicitación al Sr. Guerini y a la asociación a la que representa, por haber presentado la denuncia. Espero que este caso se lleve a juicio y que gane la parte denunciante.
Me parece a mi que el único "vacío interior" es el que hay dentro de la cabeza del "señor" Seidl. ¿Influirá en ésto, así como en su fijación anticatólica y obsesión por el sexo, que fuera para sacerdote y se le torcieran los planes? Creo recordar que el genocida Stalin también fue un sacerdote frustrado... Por lo que se ve, los traumas personales no resueltos de ciertas personas traen como consecuencia un odio visceral contra la religión y, por ende, contra todas las personas creyentes. Mucho hablar de "fanatismo religioso", en lugar de tratarse su fanatismo antirreligioso -por ejemplo, con una sesión de psicoanálisis, inventado, por cierto, por su compatriota Sigmund Freud-.
Mi felicitación al Sr. Guerini y a la asociación a la que representa, por haber presentado la denuncia. Espero que este caso se lleve a juicio y que gane la parte denunciante.
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