martes, 11 de octubre de 2011

La divina Maternidad de Nuestra Señora


El título más glorioso de la Santísima Virgen, y la razón de ser de todas sus grandezas y privilegios, es ser Madre de Dios. Hace ochenta años, en 1931, al celebrarse el XV Centenario del Concilio de Éfeso, que definió la divina Maternidad de María, procramándola Madre de Dios (en griego "Theotokos" o "Deipara" en latín), S.S. Pío PP. XI instituyó la festividad que hoy se celebra.
OREMVS

DEVS QVI DE BEATAE MARIAE VIRGINIS VTERO VERBVM TVVM ANGELO NVNTIANTE CARNEM SVSCIPERE VOLVISTI PRAESTA SVPPLICIMVS TVIS VT QVI VERE EAM GENITRICEM DEI CREDIMVS EIVS APVD TE INTERCESSIONIBVS ADIVBEMVR PER EVDEM DOMINVM...

Oremos

¡Oh Dios!, que anunciándolo el ángel, quisiste que tu Verbo encarnase en el seno de la Virgen Santa María: concede a los que te rogamos que, pues la creemos verdadera Madre de Dios, seamos ayudados por su valimiento delante de Ti. Por el mismo N. S. J. C. Amén.

1 comentario :

  1. Ruega por nosotros santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
    ¡Bendita sea María Santísima, la Madre de Dios!

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