Como precursora de Santa Teresa la Grande, viene hoy su amable hija espiritual, la Santa contemporánea, que tan copiosa lluvia de flores ha derramado del Cielo sobre los que la invocan. Hízose como niña, vivió con humildad, amor y confianza de niña para con su Padre, Dios (Colect.) y por este camino escaló a los veinticuatro años de edad la cumbre del Carmelo (1873-1897).
OREMVS
DOMINE QVI DIXISTI NISSI EFFICIAMINI SICVT PARVVLI NON INTRABITIS IN REGNUM CAELORVM DA NOBIS QVAESVMVS ITA SANCTAE TERESAE VIRGINIS IN HVMILITATE ET SIMPLICITATE CORDIS VESTIGIA SECTARI VT PRAEMIA CONSECVAMVR AETERNA QVI VIVES ET REGNAS...
OREMOS
Señor, que dijiste: Si no os hiciereis como párvulos, no entraréis en el reino de los cielos: danos te pedimos, de tal manera seguir las huellas de la Virgen Santa Teresa en la humildad y sencillez del corazón, que consigamos los premios eternos. Que vives...
No hay comentarios :
Publicar un comentario