El pasado jueves 10 de marzo, un grupo de unos cincuenta jóvenes -en su mayoría chicas-, pertenecientes a una organización de estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, asaltaron y profanaron la capilla del campus de Somosaguas. Penetraron en el recinto sagrado gritando eslóganes injuriosos contra la Iglesia Católica con la ayuda de un megáfono, y una vez dentro, rodearon el altar y leyeron un manifiesto. Al terminar de leerlo, y aún rodeando el altar, algunas chicas se desnudaron completamente de cintura para arriba y se pusieron a cantar rimas y eslóganes ofensivos contra la Iglesia, el Santo Padre y la fe cristiana, acompañados de blasfemias. También pusieron carteles en los tablones de anuncio de la entrada a la capilla, y en los bancos de la misma, al igual que llenaron la fachada de pintadas ofensivas y amenazantes como: "Cerdos" o "Arderéis como en el 36" (haciendo alusión a la persecución religiosa, quema de iglesias y asesinato de miles de católicos durante la II República y la Guerra Civil Española). Todo esto fue fotografiado y filmado (pueden verse las imágenes en la presentación bajo estas líneas):
Sin duda, los asaltantes incurrieron en un delito contra la Libertad de conciencia y los sentimientos religiosos, que está tipificado en los artículos 522 a 526 del Código Penal Español, y castigado con multa y pena de prisión de seis meses a un año.
Para más inri, este acto vandálico sacrílego cuenta con el apoyo de algunos profesores de la Facultad de Ciencias Políticas, como es el caso del docente Pablo Iglesias Turrión, quien ha afirmado que "las jóvenes que protestaron en 'topless' contra la Iglesia católica" tienen "más razón que un santo". "Gracias a su audacia y compromiso democrático, del que debiéramos aprender algo los profesores, se ha presentado una ocasión inmejorable para que las autoridades académicas tomen nota y acaben de una vez por todas con los privilegios de la Iglesia en las universidades públicas".
Y todo ello con la aquiescencia del Rector de la Universidad, Carlos Berzosa, quien, además, se ha permitido el lujo de decir: "Mi opinión es que no debería haber capillas en las universidades públicas". En una entrevista concedida ayer mismo al diario socialista El País (ver aquí), al ser preguntado si habían identificado ya a alguno de los alumnos que perpetraron la profanación de la capilla, ha contestado: "De momento, no. Es muy difícil hacerlo con las fotografías" . Me pregunto por qué será tan "difícil", si a muchos de ellos se les ve perfectamente la cara...
Ni que decir tiene, el Arzobispado de Madrid ha elevado una enérgica protesta por los ataques contra la Iglesia Católica en la Universidad Complutense, y ha tachado la profanación de la capilla como "absolutamente reprobable e indigno de una sociedad democrática", recordando que dichos actos son objeto de delito, y "un atentado a la libertad de culto y una profanación de un lugar sagrado, lo cual conlleva, además de las penas judiciales mencionadas más arriba, penas canónicas si quienes han cometido estos actos están bautizados".
Como colofón de este incidente, que se suma a varios actos de anticatolicismo radical -como los sacrilegios cometidos en varias iglesias a lo largo la geografía española- que están ocurriendo últimamente, y de los que he dado cuenta en este blog, ciertos medios de comunicación, además, están tergiversando los hechos y dando información falsa, mofándose, encima, de quienes los han denunciado.
Sin ir más lejos, el diario gratuito ADN, "diario liberal que defiende los valores básicos de la democracia y el progreso social" (sic) miente y se mofa de los católicos al informar sobre la profanación de la capilla. Así es como este diario "progresista" cuenta, de forma tan "objetiva" y "profesional" (se supone que lo escriben periodistas) la noticia:
"El pseudo sindicato Manos limpias ha presentado una denuncia por la supuesta profanación del templo situado en el Campus de Somosaguas de la UCM. El pasado jueves 50 personas entraron en la capilla con carteles contra el Vaticano. Además, algunas de las mujeres se desnudaron de cintura para arriba en el altar" (ver la imagen de la noticia original aparecida en dicho diario ayer mismo).
El "periodista" que ha escrito esta "des-información", bien motu proprio, bien obligado por la línea editorial del diario (lo más probable), ha obviado completamente el significado de las palabras que emplea, queriéndolas torcer de tal forma que en nada se parece lo descrito a la realidad. Un claro caso de manipulación informativa, que responde a un anticatolicismo muy mal disimulado. Veamos lo que realmente significan, según el Diccionario de la Real Academia Española, ciertos términos que aparecen escritos en la información que ofrece la noticia dada por ADN:
1) Supuesto: (Del part. irreg. de suponer; lat. supposĭtus). m. Suposición, hipótesis.
2) Profanación: (Del lat. profanatĭo, -ōnis). f. Acción y efecto de profanar.
3) Profanar: (Del lat. profanāre). tr. Tratar algo sagrado sin el debido respeto, o aplicarlo a usos profanos.
4) Pseudo: elem. compos. Significa 'falso'.
5) Sindicato: m. Asociación de trabajadores constituida para la defensa y promoción de intereses profesionales, económicos o sociales de sus miembros.
Pese a la mala intención y ánimo de engañar de ADN, la profanación no ha sido "supuesta" (está fotografiada y filmada), y el sindicato 'Manos Limpias', sí es un sindicato, como así consta registrado en el Ministerio de Trabajo. Estos son los datos a los que, parece ser, el periodista no ha podido tener acceso, pese a ser públicos:
N.I.F.: G-81428252
FUNDACION: 10 de mayo de 1995. Nos regimos por los Estatutos depositados en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Dirección General de Trabajo, Subdirección General de Mediación, Arbitraje y Conciliación, con fecha 26 de abril de 1.995, expediente número 6.574. La aprobación del depósito fue publicada en el B.O.E. de 10 de mayo de 1.995.
CONCESION MARCA: 20 de junio de 1997 (M-2041168-Oficina de Patentes y Marcas).
DOMICILIO: c/ Ferraz nº 13, 1º B. Madrid 28008 (España)
PAGINA WEB: www.manoslimpias.es
MEDIO DE DIFUSION: Revista MANOS LIMPIAS.
CORREO: Apartado nº 8522. Sucursal de Correos C/ Martín de los Heros, Madrid 28008.
PRESIDENTE: FRANCISCO JIMENEZ LUIS.
SECRETARIO GENERAL: MIGUEL BERNAD REMON.
(Toda esta información puede verse directamente en la página web del sindicato Manos Limpias)
Curiosamente, el diario ADN pertenece al grupo de la editorial Planeta, de la cual es propietario y principal accionista José Manuel Lara, el mismo que el P. Manuel Guerra (1), Doctor en Teología y experto en sectas y Masonería, revela en su libro "La trama masónica" como perteneciente a una organización que clasifica como "Masonería invisible".
Este término también ha sido usado por D. Ricardo de la Cierva (2): comprendería organizaciones que "fundadas o dirigidas por masones, desarrollan actividades aparentemente ajenas a la masonería, pero a impulsos de los proyectos e ideal masónicos. Aunque abiertas ordinariamente a no masones, su ‘filosofía’ y sus directrices son masónicas".
(1) El P. Manuel Guerra es Doctor en Filología Clásica y en Teología Patrística, Consultor de la Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales de la Conferencia Episcopal Española, y miembro de la Real Academia de Doctores de España. También ha sido catedrático y Presidente de la Facultad de Teología del Norte de España.
(2) D. Ricardo de la Cierva fue Ministro de Cultura en 1980, así como catedrático de Historia Moderna y Contemporánea por la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid) hasta 1997.
No es manía persecutoria: los hechos se producen, y en demasiadas ocasiones siempre acaba apareciendo la Masonería de fondo; si no alentando actos como el mencionado, al menos cultivando su tradicional odio hacia la Iglesia Católica, no dudando en recurrir para ello al engaño a la opinión pública a través de los medios de comunicación que controlan algunos de sus miembros destacados, cuando no mofándose de los católicos al dar cuenta de actuaciones como ésta, o, lo que es lo mismo, restándoles importancia, lo que al final se traduce en jalear a sus autores (unos deciden, y otros, quizás ignorantes de la manipulación a que han sido sometidos, ejecutan).
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