El diablo existe: un comentario sobre la película "El Rito", con Anthony Hopkins

Se acaba de estrenar recientemente en lengua española la película 'El rito', del director Mikael Håfström. Está protagonizada por el actor Colin O'Donoghue y Sir Anthony Hopkins, ganador de un Óscar. La película está basada en un libro del periodista Matt Baglio, titulado "The rite: the making of a modern exorcist" (El rito: creando un exorcista moderno). Baglio, católico no practicante, lo escribió basándose en hechos reales, a partir de su experiencia como asistente al curso "El Exorcismo y la oración de liberación", que se impartió durante cuatro meses en la Universidad Pontificia "Regina Apostolorum" de Roma, y que contó con 120 estudiantes de todo el mundo. Uno de los asistentes fue el Padre Gary Thomas, un sacerdote de la parroquia de San José de California en quien Baglio basó su personaje.

Tanto el libro como la versión cinematográfica están protagonizadas por un seminarista norteamericano (encarnado por Colin O'Donoghue) con dudas de fe, que viaja a Roma para asistir a un curso de exorcismo que se imparte en Roma. Debido a su gran escepticismo, le envían a conocer al Padre Lucas (encarnado por Anthony Hopkins), un exorcista anciano que introduce a Gary Thomas en el mundo de la lucha contra el diablo.

Considero que se trata de una película recomendable que, sin recurrir a recursos efectistas como con los que cuenta su más conocida predecesora "El exorcista", aborda el tema del exorcismo y del diablo desde una perspectiva católica: el diablo existe, las posesiones existen, y los exorcistas también existen y llevan a cabo exorcismos en la actualidad. Un puntos flaco de la historia es la sugerencia de que la fe es algo "de viejos" (el seminarista, joven, es escéptico; frente al sacerdote, mayor, experimentado), siguiendo la pauta marcada por "El exorcista".

Es paradójico cómo hoy en día hay mucha gente que practica o recurre a la adivinación, la magia, la Oui-ja, el vudú, la santería, etc., muchos de los cuales dicen no creer en Dios. El mensaje sobre el que gira toda la película está relacionado con este hecho: si el diablo existe, Dios también.

Otro punto débil es el papel femenino, encarnado por la actriz Alice Braga, que únicamente sirve para crear el "morbo" de la posible atracción entre el seminarista y la joven.

En esta película no hay cabezas que giren 180 grados, ni espumarajos verdes saliendo de la boca de ningún poseso: la realidad es algo diferente, aunque no menos aterradora. La película resuelve bien el final. Quizás no el esperado por algunas personas, pero sí coherente con la perspectiva católica. Definitivamente, la recomiendo.

En la imagen de la derecha puede leerse un artículo de The New York Times sobre el tema del exorcismo (pinchar en la imagen para agrandarla).