miércoles, 7 de diciembre de 2016

Nuevas declaraciones del Papa Francisco: "todo lo que está en Amoris Laetitia fue aprobado en el sínodo por más de dos tercios de los padres". ¿Realmente lo fue? Aquí están los datos de las votaciones

El semanario católico belga "Tertio" acaba de publicar otra nueva entrevista concedida por el Papa Francisco, en la que habla de la exhortación apostólica "Amoris Laetitia". Esto es lo que ha dicho al respecto:

"La experiencia más rica de esto fueron los dos últimos sínodos. Ahí se escuchó a todos los obispos del mundo, con la preparación; a todas las iglesias del mundo: las diócesis, trabajaron. Todo ese material vino. Después volvió. Y volvió una segunda vez al segundo sínodo para completar esto. De ahí salió Amoris Laetitia [...] Entonces, hay una exhortación postsinodal, que es Amoris Laetitia, que es el resultado de dos sínodos, donde trabajó toda la Iglesia, y que el Papa hizo suya. Lo expresa de una manera armónica. Es curioso: todo lo que está ahí [en Amoris Laetitia] en el sínodo fue aprobado por más de dos tercios de los padres. Lo cual es una garantía".

La pregunta que a cualquiera se le viene a la cabeza en primer lugar es: ¿garantía de qué? Incluso en el caso de que así hubiera sido, que no lo fue -como indican los resultados de las votaciones que pongo más abajo-, ¿qué garantizaría esa supuesta mayoría? ¿Acaso puede una mayoría de obispos cambiar la Doctrina y Magisterio irreformable de la Iglesia? Porque, seamos claros: sobre el tema más controvertido y debatido de la exhortación, a saber, la posible admisión de los adúlteros -y otros pecadores no arrepentidos y sin propósito de enmienda- a los sacramentos, dice, literalmente, lo siguiente:

A causa de los condicionamientos o factores atenuantes, es posible que, en medio de una situación objetiva de pecado —que no sea subjetivamente culpable o que no lo sea de modo pleno— se pueda vivir en gracia de Dios, se pueda amar, y también se pueda crecer en la vida de la gracia y la caridad, recibiendo para ello la ayuda de la Iglesia [351]



[351] En ciertos casos, podría ser también la ayuda de los sacramentos. Por eso, «a los sacerdotes les recuerdo que el confesionario no debe ser una sala de torturas sino el lugar de la misericordia del Señor»: Exhort. ap. Evangelii gaudium (24 noviembre 2013), 44: AAS 105 (2013), 1038. Igualmente destaco que la Eucaristía «no es un premio para los perfectos sino un generoso remedio y un alimento para los débiles» (ibíd, 47: 1039).

Pese a tales afirmaciones, las leyes negativas recogidas en el Decálogo (como "No cometerás adulterio") son de obligado cumplimiento para todo el mundo y en todas las circunstancias, por Derecho Divino y mandato expreso de Nuestro Señor Jesucristo, como ha enseñado la Iglesia siempre y como recoge el Catecismo de la Iglesia Católica. No se puede crecer en la vida de la gracia y la caridad estando en pecado mortal, como es el caso de un adúltero que pretende seguir cometiendo adulterio, ni existe ningún sacramento que pueda "servir de ayuda" -salvo que la persona afectada decida romper la relación adúltera o vivir como "hermano y hermana", como enseña el Magisterio de la Iglesia, y especialmente San Juan Pablo II (Familiaris consortio nº 84), así como la Carta de la Congregación para la Doctrina de la Fe y la de su Prefecto al respecto-, pues los adúlteros sin arrepentimiento y propósito de la enmienda no pueden acceder a ellos, so pena de recibir sacrílegamente tanto la Penitencia, como la Eucaristía. En cuanto a que la Eucaristía sea alimento para los débiles, ello no justifica su administración a personas que, además de "débiles" -que lo somos todos-, viven en estado de pecado mortal permanente sin propósito de la enmienda, algo totalmente prohibido, de forma infalible e irreformable, por los decretos sobre la Eucaristía del dogmático Sacrosanto Concilio Ecuménico de Trento.

Dicho lo cual, sobre los polémicos puntos tratados en ambos sínodos de la familia y contenidos en "Amoris laetitia", estos son los hechos y los datos:

  1. Los informes finales de los Sínodos, tanto el de 2014 como el de 2015, fueron votados párrafo a párrafo por los Obispos.
  2. Para obtener su aprobación, cada párrafo requería ser votado positivamente por una mayoría cualificada de dos tercios de los Padres con derecho a voto.
  3. En el sínodo de 2014 los Padres con derecho a voto fueron 181, por lo que para afirmar que el Sínodo había aprobado oficialmente un párrafo se necesitaba una mayoría cualificada de dos tercios, que en este caso se obtenía con 123 votos a favor.
  4. El párrafo que describía las dos posturas enfrentadas durante el Sínodo sobre la administración de los sacramentos a los adúlteros, sólo obtuvo 104 votos positivos. Por lo tanto, fue rechazado al no haber conseguido la mayoría cualificada de dos tercios de los votos.
  5. El párrafo concerniente al tratamiento hacia las personas con tendencias homosexuales también fue rechazado por los Padres sinodales, ya que tampoco obtuvo la mayoría cualificada de dos tercios de votos positivos para poder ser aprobado.
  6. Pese a hacer sido rechazado por los Padres sinodales, el Papa Francisco ordenó que dichos párrafos fuera incluidos en el documento final.
  7. El P. Federico Lombardi, entonces director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, tuvo que intentar justificar su inclusión -con poco éxito, pues sólo convenció a los ya convencidos- haciendo la siguiente declaración: "los párrafos que no han conseguido la así llamada ‘mayoría cualificada’ no pueden ser considerados como desestimados, sino mayormente párrafos que no son lo suficientemente maduros para obtener un amplio consenso de la asamblea".
  8. Como tampoco hubo consenso cuando el informe final habló sobre acelerar los procedimientos para la declaración de nulidad de matrimonios, el Papa Francisco no esperó a que los Padres sinodales volvieran a rechazar la propuesta y antes de que se reuniera el sínodo de la familia de ese año, ordenó, por decreto, la reforma del proceso canónico para las causas de declaración de nulidad matrimonial (fue el 8 de septiembre de 2015), en el que introdujo la "presunción de invalidez" del matrimonio, inexistente durante dos mil años de Historia de la Iglesia -el matrimonio siempre se ha considerado "válido" mientras no se demostrara lo contrario-. Cabe recordar que el Papa Francisco hizo pública su creencia personal, indemostrable, de que una gran mayoría de los matrimonios son inválidos.
  9. Del 4 al 25 de octubre de 2015, tuvo lugar la XIV Asamblea General Ordinaria del sínodo de obispos -a la que habitualmente se denomina como "Sínodo de la familia de 2015"-, a cuyo frente el Papa nombró a una mayoría de prelados afines a sus ideas, como el Cardenal Tagle (en la presidencia), el Cardenal Baldisseri (Secretario General), Bruno Forte (Secretario especial) y en el Comité de redacción del informe final, además de Baldisseri y Forte: el Cardenal Wuerl, Víctor Manuel "Tucho" Fernández y Adolfo Nicolás (entonces Prepósito General de los Jesuitas).
  10. El lunes 5 de octubre, justo un día después de que comenzara el Sínodo, se hizo pública una carta escrita por 13 cardenales y dirigida al Papa Francisco, en la que denunciaban ciertas irregularidades que se estaban produciendo -como la elección a dedo de ciertos participantes, la exclusión de otros, o las modificaciones en los procedimientos-, que, según ellos, hacían que dicha reunión de obispos [el pripio Sínodo] parecía estar "diseñada para facilitar resultados predeterminados en cuestiones disputadas importantes". La organización del Sínodo lo negó.
  11. En el Sínodo de 2015 se aumentó el número de Padres con derecho a voto, que pasaron a ser 279 (aunque algunas fuentes señalaron que sólo votaron 270), por lo que la mayoría cualificada para considerar aprobado un párrafo pasó a ser de 186 votos positivos (180 si los votantes fueron los 270 señalados anteriormente).
  12. El párrafo nº 85, que es el que trataba sobre la administración de los sacramentos a los adúlteros, sólo obtuvo 178 votos a favor, no alcanzando así la mayoría cualificada de dos tercios de votos positivos, necesaria para su aprobación (tanto si fueron 270, como si fueron 279 los Padres sinodales que votaron).

Así pues, los párrafos referidos al controvertido tema de la administración de los sacramentos a los adúlteros, no alcanzaron el número de votos suficientes para ser aprobados. Ni en el sínodo de 2014, ni en el de 2015. Pese a ello, el Papa Francisco lo incluyó en la exhortación "Amoris laetitia".

7 comentarios :

  1. Catholicvs corrígeme si me equivoco . De hecho el Amortis Letitia fue una encíclica impuesta por el Papa Fransisco dado que no alcanzó la votación nesesaria en los últimos sínodos de la familia para que fuera un cambio colegiado para el catesismo de la Iglesia?


    Saludos Cordiales

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En realidad, no: "Amoris laetitia" no es una encíclica, sino una exhortación post-sinodal, que es un documento que el Papa promulga después de un sínodo de obispos. El catecismo no tiene nada que ver con el sínodo de la familia, ni con este documento, ni ha cambiado.

      Pero es verdad que el Papa ha introducido en la exhortación un tema que no alcanzó la aprobación de los obispos, pues no logró los votos positivos suficientes -como ya hiciera con el mismo punto entre el sínodo de 2014, en el que fue claramente rechazado, y el de 2015, en el que se empeñó personalmente en que fuera nuevamente abordado tema, que siguió sin recibir los votos necesarios para su aprobación-.

      En cualquier caso, aunque hubiera una votación con el 100% de votos positivos, ni el Papa, ni los obispos reunidos con él, tienen potestad alguna para cambiar la Doctrina y el Magisterio bimilenario de la Iglesia y enseñar lo contrario. La Verdad no precisa de mayorías: sigue siendo verdad aunque sólo la acepte una minoría.

      Creo que no es necesario recordar la crisis arriana del siglo IV, en la que la mayoría de obispos -obviamente equivocados- sostenían que Nuestro Señor Jesucristo no era Dios. Como ve, la "mayoría", cuando es contraria a la Verdad, no es "garantía" de absolutamente nada, sino más bien "prueba" de que hay un mayor porcentaje de personas -obispos, en el caso señalado- que está en el error.

      Espero haberle aclarado su duda. Un cordial saludo, en Cristo.

      Eliminar
    2. Sabiendo que aunque el 95% de los obispos dijera que la mesa es una pera, seguiría siendo mesa...¿Entonces el Papa miente o se refiere a la mayoría absoluta cuando habla?

      Eliminar
  2. Me parece muy interesante y de ser cierto es algo que debe difundirse, pero no hay fuentes de donde se obtuvieron los números de votaciones, entonces creo que solo debo tomarlo como un rumor. Agradezco las buenas intenciones, pero pudieran parecer malas o difamatorias si no hay fuentes que validen los datos.

    Gracias

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿Un rumor, dice? Usted tiene muy mala memoria. ¡Pero si los datos los facilitó la propia Santa Sede! Puede elegir la fuente que prefiera usando su buscador de internet. Los publicaron todos los digitales de información religiosa, comenzando por AciPrensa (nada sospechosa de ser anti-papa), lo tiene en Wikipedia, en todos los diarios generalistas... Como le digo, escoja el que quiera.

      Eliminar
  3. Estimado Catholicvs, muchas gracias por tu pronta aclaración de mi duda .

    Saludo, en Cristo.

    ResponderEliminar
  4. Alguien que le diga al Papa que, cuando se mete la pata (nivel "representante de Dios en la Tierra), mejor es dejarla dentro, porque a más trata de sacarla...más la mete.

    ResponderEliminar