El pasado jueves 15 de de diciembre, S. E. R. Raymond Leo S.R.E. Card. Burke concedió una entrevista que retrasmitió un programa del canal católico EWTN presentado por Raymond Arroyo, en el curso de la cual respondió a todos aquellos dentro de la Iglesia que le han criticado a él y a otros tres cardenales por pedir una clarificación moral sobre "Amoris laetitia". Dijo que los cardenales no están creando división, sino "abordando" la división existente dentro de la Iglesia. También insistió en que "nunca" formará parte de un cisma por defender la fe católica, y que los ataques contra el matrimonio desestabilizan a la Iglesia y a la sociedad.
Burke respondió directamente a las afirmaciones que los estrechos colaboradores del Papa, el padre Antonio Spadaro y el cardenal Christoph Schönborn, han hecho sobre "Amoris laetitia". En particular, se refirió a la afirmación de Spadaro de que el Papa Francisco ya ha respondido los "dubia" de los cuatro cardenales mediante la aprobación de las directrices emitidas por los obispos de Buenos Aires permitiendo la Comunión para los divorciados vueltos a casar. Burke también respondió al Papa Francisco cuando dijo que las personas que eran demasiado "rígidas" defendiendo la doctrina sufren algún tipo de de "trastorno".
Respondiendo a la afirmación de Spadaro de que Burke y los otros tres cardenales están tratando de "acrecentar" la división y la tensión en la Iglesia, Burke dijo: "De hecho, estamos tratando de abordar la división que ya está muy 'acrecentada', por usar su frase".
"Sólo cuando estas preguntas, que hemos planteado de acuerdo con la manera tradicional de resolver las cuestiones en la Iglesia que tienen que ver con asuntos muy graves, sólo cuando estas preguntas sean respondidas adecuadamente, se disipará la división", dijo Burke. "Pero como está ocurriendo ahora, mientras esto continúe, la división sólo crecerá y, por supuesto, el fruto de la división es el error. Y aquí estamos hablando de la salvación de las almas, de las personas que son inducidas a error en asuntos que tienen que ver con su salvación eterna. Por lo cual, el padre Spadaro está muy equivocado en esa afirmación".
Burke dijo que estaba "muy" ofendido por la reciente afirmación de Spadaro de que el Papa Francisco no da respuestas a preguntas "binarias".
"Es el papel del Papa como pastor de la Iglesia universal, como guardián de la unidad de los obispos y de todo el Cuerpo de Cristo, responder a tales cuestiones", dijo Burke. "Sugerir que plantear estas preguntas es un signo de insinceridad es profundamente ofensivo. Puedo asegurarles que por mi parte, y también sé que por los otros cardenales involucrados, no plantearíamos las preguntas a menos que tuviéramos la más profunda y sincera preocupación por la Iglesia misma y por los miembros individuales de los fieles".
El Papa Francisco ha "dado su propia opinión" sobre la Comunión a los divorciados vueltos a casar, pero "la cuestión sólo se puede responder en términos de lo que la Iglesia siempre ha enseñado y practicado", dijo Burke. "No es cuestión de... alguna idea especulativa que tenga acerca de cómo abordar estas preguntas, sino ¿cómo Cristo en Su Iglesia se ocupa de tales cuestiones? ...hasta que se proporcione esa respuesta, permanecemos en un estado confuso".
Burke y Arroyo discutieron la aparente incompatibilidad de "Amoris laetitia" con porciones de la exhortación del Papa San Juan Pablo II "Familiaris Consortio" y la afirmación de Schönborn de que se trata de una "evolución" de las enseñanzas de la Iglesia.
"No puedes tener un desarrollo de una enseñanza que es una ruptura con esa enseñanza, que es un alejamiento de esa enseñanza", dijo Burke. "Las observaciones del cardenal Schönborn a este respecto no reflejan lo que se llama desarrollo de la doctrina -en otras palabras, a través de la reflexión de la Iglesia, Ésta profundiza su apreciación de una enseñanza y ayuda a los fieles a practicar esa enseñanza-. En este caso, es una cuestión de ruptura total en la enseñanza de la Iglesia, un completo alejamiento de lo que la Iglesia siempre ha enseñado. A éso no se le puede llamar desarrollo. Un desarrollo es algo orgánico, donde puede verse que lo que la Iglesia ha estado enseñando sobre el matrimonio ahora se expresa con una plenitud mayor".
Burke denunció la "politización de la Iglesia" que se ha producido cuando los partidarios de relajar la práctica de la Iglesia han atacado a los cuatro cardenales a través de los medios de comunicación. Esta "politización" se "incrementa muchísimo por todas estas formas de intervención mediática que son muy dañinas y están haciendo mucho daño al bien común de todos en la Iglesia", dijo.
"Percibo que un espíritu mundano, un espíritu terrenal ha entrado en la Iglesia, el cual dividiría a sus miembros en varios campos: liberales y conservadores", dijo Burke, siendo estos últimos "los 'fundamentalistas', como a algunos les gusta llamar a aquellos de nosotros que luchamos por defender la constante enseñanza de la Iglesia".
Burke también respondió a la reciente entrevista del obispo Athanasius Schneider, durante la cual explicó la "extraña forma de cisma" que ocurre hoy en la Iglesia. Schneider describió cómo "numerosos eclesiásticos mantienen la unidad formal con el Papa, a veces por el bien de su propia carrera o por un tipo de papolatría", pero que "al mismo tiempo han roto sus lazos con Cristo, la Verdad, y con Cristo, la verdadera cabeza de la Iglesia". Lo han hecho negando la verdad sobre el matrimonio y abrazando "un evangelio de libertad sexual" que carece del sexto mandamiento, dijo.
Burke habló de la cuestión en la misma línea que Schneider, explicando que los defensores de la enseñanza perenne de la Iglesia son lo opuesto a los cismáticos.
"Yo, por mi parte, nunca seré parte de un cisma", dijo Burke. "Yo soy católico y defender la fe católica no es motivo para mi separación de la Iglesia. Y por eso simplemente tengo la intención de continuar defendiendo la fe por amor a Nuestro Señor y por, su Cuerpo Místico, mis hermanos y hermanas en la Iglesia, y creo que los otros cardenales son de la misma opinión".
Cuando Arroyo presiona a Burke sobre los comentarios que Francisco hizo afirmando que la gente que está "bloqueada de alguna manera en su 'rigidez' sobre la doctrina y de otras cosas... sufren de una compulsión o trastorno", el cardenal dijo que las dubia "no son las reacciones de personas que sufren trastornos emocionales".
"Nuestra presentación de las cinco preguntas se hace con gran serenidad y con gran respeto", dijo. "Que estemos profundamente preocupados por la verdad de la doctrina de la fe y su integridad no es signo de enfermedad".
[Fuente: LSN. Traducción: CATHOLICVS]
Por otra parte, este pasado fin de semana el Cardenal Burke también concedió una entrevista exclusiva a LifeSiteNews (puede leerse la entrevista original completa, en inglés, en este enlace), de la que aquí transcribo la parte en la que menciona la fecha en la que se podría producir el acto formal de corrección al Papa Francisco si sigue sin responder las "dubia", que podría tener lugar después de Navidad y Epifanía. Así lo cuenta Infovaticana:
Usted ha hablado de una posible y próxima corrección formal al Papa Francisco, si continúa negándose a responder a las dubia expresadas por usted y los otros cardenales –con el apoyo vocal de numerosos teólogos y decenas de miles de fieles. ¿Cuando se llevaría a cabo tal acción y cómo sería?
Las dubia tienen que tener una respuesta porque tienen que ver con los fundamentos de la vida moral y de la enseñanza constante de la Iglesia con respecto al bien y al mal, con respecto a las diversas realidades sagradas como el matrimonio y la Santa Comunión.
Qué formato tendría es muy simple; sería directa, así como lo son las dubia, sólo que en este caso ya no sería plantear preguntas, sino confrontar las declaraciones confusas en Amoris Laetitia con lo que ha sido la constante enseñanza y práctica de la Iglesia, corrigiendo de este modo Amoris Laetitia.
Es una antigua práctica en la Iglesia, la corrección al Papa. Esto no ha ocurrido en los últimos siglos, pero hay ejemplos y se lleva a cabo con respeto absoluto al sucesor de San Pedro, de hecho, la corrección al Papa es en realidad una forma de salvaguardar ese oficio y su ejercicio.
¿Cuándo tendría lugar? Ahora, por supuesto, estamos en los últimos días, los días de fuerte gracia, antes de la Solemnidad de la Natividad de Nuestro Señor, y tenemos la octava de la solemnidad y las celebraciones en el comienzo del Año Nuevo –todo el misterio del Nacimiento de Nuestro Señor y Su Epifanía– por lo que probablemente tendrá lugar en algún momento después de eso.
¿Cuál es la obligación de los fieles laicos ahora en este tiempo de gran agitación en la Iglesia? ¿Qué pueden hacer, más allá, por supuesto, de la oración, para ayudar a rectificar la situación actual de confusión perjudicial que incluso está causando escándalo entre sus hijos? Por ejemplo, cuando escuchan el Papa y aquellos cercanos a él diciendo una cosa –mientras que lo que sus padres dicen que es muy diferente– y, a menudo éstos se oponen a las enseñanzas del Papa San Juan Pablo II?
Tenemos que hacer una distinción entre dos voces o dos cuerpos de la persona que es el Papa. Una voz, un solo cuerpo, es la del Vicario de Cristo en la tierra. Y esa voz que oímos cuando el Papa anuncia lo que la Iglesia siempre ha enseñado y practicado, lo promueve, o nos ayuda a entenderlo y aplicarlo en nuestra vida diaria.
La otra voz, el otro cuerpo, es la del hombre, que puede tener muchos pensamientos y hacer muchas declaraciones, que no están relacionados en absoluto con el ejercicio del Oficio de Pedro.
Así cuando el Papa parece decir cosas que son contrarias a la enseñanza de la Iglesia, no es razonable, ni tampoco es una expresión de fe, adherirse a ese tipo de declaraciones como si fueran el ejercicio del magisterio papal. Y de esta manera, los padres pueden ayudar a sus hijos a encontrar lo que es el corazón de la fe, qué es nuestra vida en Cristo –de otras declaraciones o escritos que no son una expresión de la fe y la vida sacramental y la disciplina.
¿Cómo pueden los católicos responder a casos concretos de confusión generados desde el mismo Papa, por ejemplo cuando dijo que la cohabitación es un matrimonio real y tiene la gracia del matrimonio real, o cuando él invitó a una pareja de lesbianas al Vaticano y se refirió a esta pareja como “casada y feliz”? ¿Cómo pueden los católicos responder cuando dice estas cosas para que no parezca que critican al Papa por el mero hecho de ser críticos?
Creo que lo importante para nosotros como católicos es simplemente afirmar una vez más lo que la Iglesia siempre ha enseñado y practicado. Y tenemos en el Catecismo de la Iglesia Católica y en otros documentos papales –por ejemplo Familiaris Consortio, la exhortación apostólica del Papa San Juan Pablo II, Veritatis Splendor, su carta encíclica sobre la vida moral– tenemos estas enseñanzas seguras, y es importante para dar testimonio de esas enseñanzas, para expresarlas, conocerlas nosotros mismos, y luego simplemente decir: “Pero esto es lo que la Iglesia enseña”. No importa lo que los medios de comunicación u otras personas estén diciendo, o incluso si alguna cita del mismo Papa parece decir otra cosa. Debemos dar testimonio de lo que la Iglesia siempre ha enseñado y practicado, y de esa manera nos mantendremos serenos, no cederemos a la confusión, e incluso a la división.