El pasado sábado 10 de noviembre, en la antigua abadía benedictina de San Víctor de Meda (al norte de Milán), se ofició la solemne Santa Misa de Réquiem por el Siervo de Dios Mons. Angelo Amodeo (1932-2012), canónigo del Capítulo Metropolitano de Milán y gran defensor del Rito Ambrosiano antiguo, que falleció el pasado 14 de septiembre, fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz y V Aniversario de la entrada en vigor del motu proprio "Summorum Pontificum". Antes de la Santa Misa se cantaron Maitines y Laudes en honor al difunto -algo habitual en el Rito ambrosiano-.
El Rito Ambrosiano es un antiguo y venerable Rito de la Iglesia Occidental vigente en la Archidiócesis de Milán y en algunas diócesis vecinas, consignado por San Ambrosio de Milán en el siglo IV, y que desde entonces ha mantenido elementos antiguos, incluyendo su canto. Tiene muchas similitudes con el Rito Romano, pero también con el Bizantino y con el que se celebraba en la Galia antes de su eliminación en tiempos de Carlomagno.
Puede observarse que el diácono y el subdiácono no se colocan detrás del oficiante como en el Rito Romano, sino en ambos lados del altar. Sin embargo, aunque el Oficio y la Santa Misa son relativamente similares al Rito Romano, la absolución que sigue a la Santa Misa en el Rito Ambrosiano es muy diferente de la del Rito Romano. El coro empieza a cantar una larga serie de antífonas y respuestas, y luego se entona el Salmo 50, Miserere. Es entonces cuando el celebrante procede a la incensación. La absolución concluye cantando una letanía para encomendar al difunto a la intercesión de los Santos en el Cielo. Este momento es particularmente conmovedor y de gran belleza.
Después de las tres horas que duró la ceremonia, los amigos de Monseñor Amodeo se reunieron en la sala capitular de la antigua abadía benedictina para celebrar una pequeña fiesta en su honor. Schola Sainte Cecile.
Después de las tres horas que duró la ceremonia, los amigos de Monseñor Amodeo se reunieron en la sala capitular de la antigua abadía benedictina para celebrar una pequeña fiesta en su honor. Schola Sainte Cecile.
que bonito, mee hubiera gustado estar presente...
ResponderEliminar