Son días de especulación. Los enemigos de la Iglesia suelen relacionar la muerte de un Papa, o su renuncia, en este caso, con el "fin" de la misma o su posible "adaptación" al mundo actual con el próximo Papa, lo que se traduce en que la Iglesia acepte el uso de anticonceptivos, que ordene mujeres, que diga que la homosexualidad es natural y buena, y, en definitiva, que se convierta en una mera ONG de atención a los pobres -a esos pobres que no atienden los que así piensan, por cierto-, que no moleste recordando principios morales a quienes voluntaria y egoístamente no quieren ceñirse a ninguna moral, o a quienes pretenden imponer su inmoralidad para así pasar desapercibidos.
Por otro lado, en la vertiente opuesta, desde el seno de la misma Iglesia hay muchos que temen que pueda venir un Papa "peor". Y también existe en la mente de muchos la idea de que el Papa ha podido ser manipulado para tomar esta decisión, que se ve sólo, y no sé cuántas ideas conspiratorias más.
A todos se les olvida algo: la Iglesia, aunque formada también por hombres, tiene a Cristo a la cabeza, y es Él quien la dirige. Los católicos creemos en la Providencia divina; nada ocurre sin que Dios lo quiera o lo permita. Quizás no entendamos este paso del Santo Padre, pero Dios tiene razones que quizás no comprendamos. Conocemos el final de la Historia, pero no lo que va a ir sucediendo entre el momento actual y ese fin de los tiempos. Debemos orar y confiar en Dios.
Pese a ello, me pregunto, como reza el título de esta entrada: ¿a qué más va a renunciar el próximo Pontífice? S. S. Pablo VI renunció a la tiara papal; S. S. Juan Pablo I renunció a la tiara papal y a ser coronado; S. S. Juan Pablo II renunció a la tiara papal, a ser coronado y a la silla gestatoria; S. S. Benedicto XVI renunció a la tiara papal, a ser coronado, a la silla gestatoria... y al propio Papado. ¿Qué será lo siguiente?
Es natural cierto miedo, sobre todo entre los católicos tradicionales, a que la Iglesia, en la figura del Santo Padre, renuncie a más símbolos, que pueden ser interpretados en el ámbito secular como una claudicación de la Iglesia ante el mundo "moderno". No es así, pero muchos así desean verlo y muchos medios de comunicación ayudan a dar esa imagen, manipulando, como suelen hacerlo, en contra de la Verdad.
No sé como será el nuevo Papa, si será "tradicional" o "progresista". Sólo sé que ni va a autorizar el uso del preservativo, ni a permitir ordenar mujeres, ni ninguno de los sinsentidos que "exigen", precisamente, los pseudo-católicos o los no católicos. La Iglesia no va a cambiar la Moral para dar gusto a quienes, generalmente por autoexclusión, ni siquiera pertenecen a Ella.
Indudablemente, este gesto papal ha dejado estupefacto a casi todo el mundo. Hay precedentes, pero no es nada habitual. Si el Papa ha tomado una decisión así, debe de tener muy serios motivos. Lo único que espero es que sea un hecho aislado y no cree un precedente. Como es tradición en la Iglesia, un Papa debe reinar hasta su muerte.
Lo que sé, es que de momento la Iglesia tiene un único Papa: S. S. Benedicto XVI, a quien debemos obediencia, respeto, y por quien debemos orar. Desearía un próximo Papa próximo a la Tradición plurisecular de la Iglesia en materia litúrgica. Pero sé que ese deseo debe subordinarse a la acción del Espíritu Santo, que es quien asiste a la Iglesia. Así, siguiendo la divina enseñanza de N. S. J. C., sólo nos queda pedir a Dios Padre Todopoderoso: Hágase tu voluntad.
Así sea.
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