No hace ni medio año, publiqué la noticia de un escándalo en el que estaba implicado el Cardenal Arzobispo de Viena (ver aquí: Nuevo escándalo: mañana se presenta el nuevo Catecismo para los jóvenes de la JMJ, en el cual se recomienda el uso de anticonceptivos). Ahora, nuevamente, vuelve a saltar otro escándalo que le salpica, esta vez con tintes de cisma.
En varios sitios de Internet circula desde hace unos días una carta del arzobispo de Viena, Christoph S.R.E. Card. Schönborn (en el mundo, Su Alteza Ilustrísima el Conde Christoph Maria Michael Hugo Damian Peter Adalbert von Schönborn-Wiesentheid), dirigida a 329 sacerdotes rebeldes de Austria, los cuales llaman a la desobediencia a Roma (pueden leerse sus absurdas reivindicaciones al final de esta entrada del blog).
Dicho grupo está encabezado, casualmente (o no tanto), por el P. Helmut Schüller (ex director de Cáritas de Austria y actualmente párroco y capellán universitario), que fue vicario general de la archidiócesis de Viena entre 1995-1999 y mano derecha del cardenal.
Dicho grupo de sacerdotes rebeldes hacen un "llamamiento a la desobediencia" exigiendo, entre otras "menudencias" sin importancia:
- La supresión del celibato sacerdotal.
- Que aquellos sacerdotes que viven en concubinato puedan seguir ejerciendo sus funciones (incluidas las Comuniones sacrílegas).
- Que se dé, sacrílegamente, la Sagrada Comunión a los Protestantes.
- Que se dé la Sagrada Comunión, de nuevo sacrílegamente, a los divorciados vueltos a "casar" por lo civil, que viven en estado de adulterio.
- Que dichos "matrimonios" civiles adulterinos puedan volver a "casarse", también sacrílegamente, por la Iglesia.
- Que se ponga a personas laicas en la dirección de las parroquias y se les dé la posibilidad de predicar.
Además, son partidarios del aborto, de las uniones homosexuales, del sacerdocio femenino, etc. Todas estas reivindicaciones, no hace falta ser un lince para verlo, son totalmente contrarias a la doctrina y la disciplina de la Iglesia Católica.
El Cardenal Christoph Schönborn, como presidente de la Conferencia Episcopal Austríaca que es, se reunió -sin resultados- con los responsables del grupo de sacerdotes rebeldes para exigirles obediencia y recordarles las sanciones canónicas a las que se enfrentan, tras lo cual, a comienzos del verano les envió la carta que recientemente se ha publicado.
Pero ya llueve sobre mojado, y suena un poco a chufla que el Cardenal Schönborn pida obediencia a estos sacerdotes rebeldes, cuando él mismo sostiene posturas heterodoxas compartidas con este grupo:
- Sirva de ejemplo el caso de Monseñor Iby, obispo de Eisenstadt, que declaró que "si la obligación del celibato fuera revocada sería un alivio para los sacerdotes" y que era favorable a la ordenación de hombres casados, que pudieran elegir "vivir libremente en celibato o en familia"; o que afirmó, sobre el sacerdocio femenino, que "a medio plazo habría que reflexionar al respecto". Pues bien, el Cardenal Schönborn dijo al respecto que "La preocupación de monseñor Iby es compartida por todos nosotros –los obispos austriacos–, y estoy feliz de estar en una Iglesia en la cual hay libertad de expresión y de opinión".
- También es partidario de "revisar" la postura de la Iglesia con respecto a los católicos divorciados y vueltos a casar civilmente, sólo porque, según él, "mucha gente ya ni se casa".
- Igualmente, piensa que "deberíamos tener en consideración la seriedad de las relaciones homosexuales [...] Una relación estable es ciertamente mejor que si alguien elige ser promiscuo".
Me pregunto con qué fuerza moral puede el Cardenal Schönborn pedir obediencia a unos sacerdotes que están bajo su jurisdicción, cuando él ha declarado estar de acuerdo con algunas de las reivindicaciones de este grupo disidente, contrariamente no ya a Roma, sino a la propia doctrina de la Iglesia. Sinceramente, creo que el Cardenal Schönborn, que dentro de cuatro meses cumplirá 67 años, es parte del problema de la Iglesia en Austria, y, por extensión, de la Iglesia en su conjunto, porque nos afecta a todos. Salta a la vista que es necesaria una regeneración del clero en Austria, comenzando por la cúspide, antes de que la cosa vaya a peor. Sería bueno ir pensando en su jubilación.
MANIFIESTO DE LOS SACERDOTES AUSTRÍACOS
Llamada a la desobediencia
El rechazo de Roma a una largamente esperada reforma de la Iglesia y la inactividad de nuestros obispos no solo nos permiten sino que incluso nos obligan a seguir nuestra propia conciencia y actuar de manera independiente.
Nosotros, sacerdotes, queremos dejar establecidos para el futuro los siguientes signos:
1. En adelante en todas las misas rezaremos una oración por la reforma de la Iglesia. Tomaremos en serio las palabras de la Biblia, pedid y recibiréis. Ante Dios existe la libertad de expresión.
2. No negaremos, en principio, la Eucaristía, a los fieles de buena voluntad. Con especial referencia a los divorciados en segundo matrimonio, a los miembros de otras Iglesias cristianas y en algunos casos también a los católicos que han abandonado la Iglesia.
3. Evitaremos, en lo posible, celebrar más de una Misa los domingos y los días de fiesta o de encargarlas a los sacerdotes que están de paso o no son residentes. Es mejor celebrar una Liturgia de la Palabra localmente organizada que turnos litúrgicos.
4. Organizaremos en el futuro la liturgia de la palabra con distribución de la comunión como una “Eucaristía sin sacerdote” y así la llamaremos. De esta forma cumpliremos con nuestra obligación dominical cuando falten sacerdotes.
5. Rechazaremos igualmente la prohibición de predicar para laicos competentes y cualificados y profesoras de religión. Es necesario anunciar la Palabra de Dios en tiempos especialmente difíciles.
6. Nos comprometeremos a que cada parroquia tenga su propio superior, hombre o mujer, casado o soltero, a tiempo completo o parcial. No por medio de fusión de parroquias sino mediante un nuevo modelo de sacerdote.
7. Por lo tanto vamos a aprovechar todas las oportunidades de manifestarnos públicamente a favor de la ordenación de las mujeres y de las personas casadas. Los vemos como colegas y como colegas bienvenidos al servicio pastoral.
Nos sentimos solidarios además con aquellos que a causa de su casamiento no pueden seguir ejerciendo sus funciones y también con quienes, a pesar de mantener una relación, continúan prestando su servicio como sacerdotes.
Ambos grupos siguen con su decisión los dictados de su conciencia como lo hacemos nosotros con nuestra protesta. Os vemos como “hermanos nuestros”, como al Papa y los obispos. No sabemos qué otra cosa debe ser un “co-hermano”. Uno solo es nuestro Maestro y todos somos hermanos y hermanas, como deberíamos llamarnos entre cristianos y cristianas.
Por lo tanto es por eso que queremos rebelarnos, eso es lo que queremos que suceda y por eso queremos rezar. Amén.
Domingo de la Trinidad, 19 de junio de 2011
Traducción del alemán por Susana Merino
Stultorum infinitus est numerus... ¿por qué estos señores no se pueden ir y formar su propia iglesia modernista? ¿No les resultaría más cómodo que estar de parásitos en la Iglesia?
ResponderEliminarEn fin, no pierdo la esperanza en que Dios hará algo con estos casos.
Me parece la reforma de la iglesia
ResponderEliminarEsto es parte de lo que Nuestra Santísima Madre se refería en su mensaje de La Salette.
ResponderEliminarOremos por los sacerdotes para que satanás no los haga caer y con ellos a muchos laicos. Actos de desagravio ante el Santísimo por tanto sacrilegio, pobres almas, no debemos juzgar sino en unión rezar porque el enemigo no sea quien prevalezca, sino el Poder de Nuestro Señor Jesucristo en Su única Iglesia fundada por Él.
¿El sacramento del orden sacerdotal se debe dar a célibes, como condición SINE QUA NON?
ResponderEliminar¿Pueden comulgar quienes utilizan algún medio de control de la fertilidad?
¿Qué porcentaje de matrimonios católicos actualmente está divorciado y vuelto a casar?
Por no haber misericordia para nadie, ya nova a haber sacerdotes, ni católicos que comulguen. Por supuesto que a los que lanzan la primera piedra sintiéndose libres d epecado, esto no le simporta nada.
¿El sacramento del orden sacerdotal se debe dar a célibes, como condición SINE QUA NON?
ResponderEliminar¿Pueden comulgar quienes utilizan algún medio de control de la fertilidad?
¿Qué porcentaje de matrimonios católicos actualmente está divorciado y vuelto a casar?
Por no haber misericordia para nadie, ya nova a haber sacerdotes, ni católicos que comulguen. Por supuesto que a los que lanzan la primera piedra sintiéndose libres d epecado, esto no le simporta nada.
Gracias por su comentario, Alejandro: Le recomiendo que, si tiene tantas dudas, en lugar de preguntarlas en los comentarios de un blog debería mirarse alguna página de Apologética donde se contesta a ésas y a todas las preguntas que se le ocurran.
EliminarEn cualquier caso: a su primera pregunta, sí; a la segunda, no; a la tercera, no existen registros (ni falta que hace, porque no existe el divorcio católico, ya que quienes han contraído el sacramento del matrimonio de manera válida siguen casados hasta la muerte de uno de los dos cónyuges.
Sobre lo que se deduce de su concepto de 'misericordia', es éso: el suyo. Y la falta de sacerdotes no tiene nada que ver con el celibato: los luteranos o anglicanos sufren mayor crisis que los católicos y no existe celibato obligatorio de sus "sacerdotes", así que su deducción no se ajusta a la realidad.
Por último, sobre el pecado lo tiene muy fácil: ¿usted peca? -digo 'usted' como podría decir 'cualquiera'- Imagino que como todos. ¿Se arrepiente y tiene propósito de la enmienda? Acuda al sacramento de la Penitencia. ¿No lo tiene? En tal caso, ¿de qué estamos hablando?
Un saludo.