El 26 de junio es la fiesta de San Josemaría Escrivá de Balaguer, Fundador del Opus Dei. Evidentemente, sólo en el calendario litúrgico de la Forma Ordinaria del Rito Romano, pues el calendario litúrgico tradicional no se ha actualizado desde hace décadas.
En los años 1973 y 1974, San Josemaría escribió tres cartas dirigidas a los fieles laicos y sacerdotes de la Prelatura, que son conocidas como "las tres campanadas", en las que el Fundador aborda la grave crisis que siguió al Concilio Vaticano II. Dos de ellas, la primera y la tercera -fechadas el 28 de marzo de 1973 y el 14 de febrero de 1974, respectivamente-, pueden encontrarse con relativa facilidad en Internet. Sin embargo, el contenido de la segunda carta, del 17 de junio de 1973, sólo ha trascendido parcialmente.
A continuación, transcribiré algunos puntos y fragmentos destacables de las tres cartas, en los que, además de describir la situación que existía en la Iglesia en los últimos años de vida del Santo -falleció en 1975-, pueden encontrarse descripciones y advertencias proféticas que bien podrían referirse a lo que ocurre en la actualidad:
NOTA: Debido acensura por copyrightuna reclamación por "derechos de autor" enviada a Google el 17 de noviembre de 2016 por el abogado madrileño Javier Domínguez Calatayud -los derechos de autor de estas cartas los posee "Scriptor, S.A.", que es una empresapantallavinculada al Opus Dei-, Blogger me ha pedido que edite esta entrada eliminando las cartas, por lo que he procedido a su retirada.
Explicación de lo ocurrido y resumen de las tres campanadas en esta entrada: ¡Qué bajo ha caído el Opus Dei! Ahora se dedica a censurar el pensamiento y palabras de su propio Fundador, San Josemaría Escrivá de Balaguer y perseguir a quienes lo difundan.
Quisiera saber si lo que Vd. reproduce es una copia exacta de la versión que figura en www.ministridei.com.
ResponderEliminarPor otro lado, ¿no ha pensado en recoger en formato PDF su análisis sobre Amoris Laetitita?
SAludos cordiales.
A la primera pregunta, sólo puedo decirle que yo no lo he sacado de esa página. Pueden encontrarse en muchos sitios de Internet. Y en cuanto a su segunda pregunta, sobre "Amoris laetitia", sí, sí había pensado crear un PDF para que esté todo mi análisis unido. Seguramente lo haga y lo publique.
EliminarMuchas gracias por su comentario. Un cordial saludo, en Cristo.
Pues se lo agradeceremos mucho cuando cree ese PDF.
ResponderEliminarHe leído las campanadas, y la verdad es que esperaba alguna alusión al CVII que ha sido la causa de esta tremenda crisis eclesial.
Me parecen mucho más profundos los análisis de Mons. Lefebvre.
Saludos en Cristo Rey.
Es una vergüenza que el Opus emplee estas técnicas mafiosas de guante blanco para escamotear la difusión de «Las tres campanadas», porque el hecho es que es imposible conseguirlas con garantías de su integridad. Da igual que las páginas que lo publican lo utilicen para «demostrar» que era un «carca preconciliar», porque el hecho es que S. Josemaría lo clavó. Por consiguiente, que no se anden los de la obra con respetos humanos.
ResponderEliminarLa canonización de S. Josemaría lo cambió todo: su obra pasa a ser de dominio público para el estudio y veneración de todo fiel cristiano. Legalmente ostentarán en España los derechos de autor —todavía—, pero están incurriendo ciertamente en una impiedad e incluso probablemente en simonía. Yo le habría contestado al picapleitos que presentaría un dubium a la CDF, a ver qué pasa.
Gracias por su comentario, javcus. Pues ya lo ve usted. A mí me parece incomprensible, pero así están las cosas. En cuanto a la integridad de las campanadas, le aseguro que circulan por internet íntegras -en el caso de la primera y la tercera- y la segunda sólo parcialmente. No le pueden poner puertas al campo, y al final es peor el remedio que la enfermedad: no logran evitar que la gente las lea, y, al ocultarlas de forma tan infame, tiran piedras sobre su propio tejado por sus métodos -para un católico el fin jamás justifica los medios-, y por hacerse cómplices de lo que el propio San Josemaría denunciaba. Los responsables que ahora intentan perseguir judicialmente a quienes se han atrevido a publicarlas -en algún caso ya lo han hecho-, ya responderán ellos ante la Justicia: la de Dios.
EliminarUn cordial saludo, en Cristo.
Yo pertenezco a la prematura desde 1981 y leí las tres cartas de Nuestro Padre (San Josemaría). En ningún momento se dice que deben ser escondidas u ocultadas. Son cartas con la finalidad de impedir la confusión entre sus hijos dada la enorme confusión general que se dio en la Iglesia, provocada por malas interpretaciones de las conclusiones del concilio vaticano II, no porque las mismas fueran confusas sino porque muchos con o sin malicia las tergiversaron y utilizaron para realizar supuestos "aggiornamentos" doctrinales, Morales y litúrgicos que de ninguna manera estaban en los documentos del citado concilio. Esto hizo sufrir mucho a San JoseMaría y salió a aclarar que ni la doctrina ni la moral católicas así como tampoco la praxis litúrgica De la Iglesia habían cambiado como pretendían (y aún hoy pretenden) muchos católicos equivocados haciéndole un daño enorme a la Iglesia y a las almas.
ResponderEliminarLas campanadas se refieren al sonido provocado por el buen pastor para evitar que las ovejas se confundan.
Muchas gracias por su comentario, Francisco. Un cordial saludo, en Cristo.
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