Hoy se ha hecho pública la nueva Encíclica de SS. Benedicto XVI. Puede leerse en latín y en español, respectivamente, en la página web oficial de la Santa Sede. Estos son los enlaces:
LITTERAE SPE SALVI SVMMI PONTIFICIS BENEDICTI PP. XVI EPISCOPIS PRESBYTERIS AC DIACONIS VIRIS ET MULIERIBVS CONSECRATIS OMNIBVSQVE CHRISTIFIDELIBVS LAICIS DE SPE CHRISTIANA
Carta Encíclica "Spes Salvi" del Sumo Pontífice Benedicto XVI, a los obispos, a los presbíteros y diáconos, a las personas consagradas y a todos los fieles laicos, sobre la Esperanza cristiana
Tras su primera Encíclica dedicada a la Caridad, esta segunda Encíclica de SS. Benedicto XVI trata sobre la Esperanza.
En ella analiza esta virtud teologal, su relación con la felicidad y el sufrimiento humanos y su aspecto comunitario frente al individualismo, al mismo tiempo que pone de manifiesto la falsedad de la esperanza humana fundada únicamente en el "progreso" material al margen de Dios. También habla sobre los Novísimos, o el destino del hombre más allá de la muerte, centrándose en el Purgatorio, y relacionándolo con la Esperanza cristiana. También expresa la Fe y la Esperanza de la Iglesia en el Juicio Universal, pues Dios es Amor, pero también es Justicia. Por lo tanto, no es para los cristianos sólo motivo de temor, sino también de Esperanza.
Por último, pone a la Santísima Virgen María, Madre de Dios, como modelo de esperanza, resaltando su misión de Madre de todos los creyentes, y encomendándonos a su guía hacia Dios.
LITTERAE SPE SALVI SVMMI PONTIFICIS BENEDICTI PP. XVI EPISCOPIS PRESBYTERIS AC DIACONIS VIRIS ET MULIERIBVS CONSECRATIS OMNIBVSQVE CHRISTIFIDELIBVS LAICIS DE SPE CHRISTIANA
Carta Encíclica "Spes Salvi" del Sumo Pontífice Benedicto XVI, a los obispos, a los presbíteros y diáconos, a las personas consagradas y a todos los fieles laicos, sobre la Esperanza cristiana
Tras su primera Encíclica dedicada a la Caridad, esta segunda Encíclica de SS. Benedicto XVI trata sobre la Esperanza.
En ella analiza esta virtud teologal, su relación con la felicidad y el sufrimiento humanos y su aspecto comunitario frente al individualismo, al mismo tiempo que pone de manifiesto la falsedad de la esperanza humana fundada únicamente en el "progreso" material al margen de Dios. También habla sobre los Novísimos, o el destino del hombre más allá de la muerte, centrándose en el Purgatorio, y relacionándolo con la Esperanza cristiana. También expresa la Fe y la Esperanza de la Iglesia en el Juicio Universal, pues Dios es Amor, pero también es Justicia. Por lo tanto, no es para los cristianos sólo motivo de temor, sino también de Esperanza.
Por último, pone a la Santísima Virgen María, Madre de Dios, como modelo de esperanza, resaltando su misión de Madre de todos los creyentes, y encomendándonos a su guía hacia Dios.
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