miércoles, 28 de noviembre de 2007

La Iglesia atacada por todos los frentes

Últimamente está pasando de todo, sobre todo en lo referente a la persecución a la Iglesia Católica y a los miembros que la formamos, comenzando por su misma cabeza: Jesucristo.

Hace unos meses en un pueblo de Toledo unos desconocidos cometían un sacrilegio, penetrando en la Iglesia y robando del sagrario las Sagradas Formas, que posteriormente tiraron por las calles del pueblo.

Más recientemente asistimos a un incremento de los ataques a la Iglesia desde todos los frentes: hace unos días, la Iglesia de la Macarena de Sevilla aparecía con pintadas ofensivas, y en el mismo lugar tiraron varios globos llenos de pintura con los colores de la bandera republicana; la prensa "progresista" dice las cosas más incongruentes sobre el juicio al que se está sometiendo al obispo de Granada; Chávez amenaza a la Iglesia y a sus obispos en Venezuela; también en Venezuela han robado las Sagradas Formas de una parroquia; la catedral de Méjico se ha reabierto -aunque con altas medidas de protección- tras los graves incidentes que sufrieron sacerdotes y fieles hace varias semanas por parte de manifestantes de un grupo político anticatólico...

A todos estos ataques se suman otros de carácter menos "directo", pero no por ello menos reprobables: va a estrenarse la película "La brújula dorada", que servirá de plataforma publicitaria para la venta de los libros del autor de la historia, que es un ateo militante que pretende que los niños "maten a Dios", al peor estilo "nietzchiano"; la Diputación de Granada ha organizado una muestra de películas que ofenden a católicos; la jefa en Reino Unido de la neo-proabortista Amnistía Internacional ha realizado unas declaraciones en las que afirma que la oposición católica a política abortista "no tiene sentido"...

Pese a todo ello, también se han producido hechos por los que alegrarse, como el regreso a la Iglesia Católica de varios miles de anglicanos que lo han solicitado en masa, lo cuál habría sido un tema clave en el diálogo del Papa con los cardenales. A ellos hay que sumar los dos últimos obispos anglicanos que van a abandonar la rama canadiense de su "iglesia" por el apoyo que ésta hace a las uniones homosexuales; la CEE ha presentado su nueva web informativa
http://www.portantos.es; el ex-Primer Ministro británico Tony Blair ha hablado por primera vez de su fe religiosa, aunque aún no ha reconocido públicamente su conversión al catolicismo (su esposa ya era católica cuando se casaron), aunque según algunas fuentes lo hará en Semana Santa del 2008 a más tardar; también estamos asistiendo a "gestos" de acercamiento del gobierno socialista a la Iglesia, aunque como advierte Navarro Valls, se trata de un "deshielo preelectoral", vamos, que lo hace con fines electoralistas, al final de una legislatura cargada de ataques -directos e indirectos- a la Iglesia, a su jerarquía, a sus miembros, y a los valores que ésta defiende.


Por último, quiero destacar la censura ejercitada contra los católicos y quienes defienden a la Iglesia en muchas páginas webs y blogs, donde se "filtran" los comentarios pro-católicos, no por ser ofensivos -doy fe- sino porque no les gusta que se defienda a la religión o a la Iglesia, o que se rebatan sus tesis y ataques, la mayor parte de las veces basados en falsedades. Varios ejemplos, de los que he sido testigo, pueden encontrarse en estos enlaces:

Prensa en la II República (Es una reseña en un blog de minutodigital sobre un libro que trata de la prensa en esa época, con comentarios incluidos)

La quema de conventos de 1931 (En esta página de "Málaga en blanco y negro" no se puede enviar ningún comentario contrario al último que aparece, que sigue las tesis del movimiento para la "recuperación de la memoria histórica", o sea, que la persecución a la Iglesia en los años 30 estuvo muy bien)

Son sólo dos ejemplos, pero la red está llena. Ya iré colocando más.

1 comentario :

  1. El mundo es testigo presencial de cómo a nuestra iglesia se le ataca por todos los frentes. Las palabras de la Iglesia no valen para los enemigos del catolicismo.Nadie reconocerá abierta y formalmente que quiere destruir a la Iglesia católica, pero las palabras sobran y los hechos son demasiado elocuentes

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