Hoy, jueves 30 de mayo de 2013, se celebra la solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Nuestro Señor Jesucristo (Corpus Christi).
El Jueves Santo instituyó Jesucristo la divina Eucaristía, y ese mismo día la conmemora la sagrada Liturgia. Pero aquella fiesta se encuentra rodeada de luto por la Pasión y Muerte de Jesús. Era convenientísimo consagrar totalmente otra gran solemnidad a la adoración y al triunfo de Jesús-Hostia, en que los transportes de júbilo no encontraran sombra de tristeza; y el Concilio de Viena de 1311 instituyó definitivamente esta solemnidad para toda la Iglesia.
En la Eucaristía, Dios alimenta a su pueblo con regaladísimo Pan, con miel destilada de la piedra, que es Cristo (Intr.).
En ella nos dejó Cristo un memorial de su Pasión, y por Ella participamos los frutos de la redención (Col.).
San Pablo proclama la divina Institución, como renovación mística de la muerte de Cristo, y nos enseña la pureza de alma con que hemos de comulgar (Epíst.).
Santo Tomás resume en docta rima los principales milagros que resplandecen en la Eucaristía (Secuencia).
Cristo nos enseña que su carne es verdadero manjar, que nos une con Él y nos comunica su vida divina, prenda de inmortalidad (Evang.) (1)
La Eucaristía es símbolo y causa de la unión y la paz de la Iglesia (Secr.), anticipo y prenda de los eternos deleites del cielo (Postcom.).
(1) Sobre este Evangelio tiene preciosísimos Tratados eucarísticos nuestro B. Juan de Ávila.
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