Garzón pide cuentas a la Conferencia Episcopal Española o cómo rebrota anticatolicismo: ataques en la India, Sarah Palin, Memoria Histórica y aborto

Tras un reciente viaje fuera de España, al volver me encuentro con que el panorama católico está bastante movido y hay bastantes novedades.

Por un lado, me entero de la triste noticia del asesinato de un sacerdote en la India, que se encuadra dentro del fenómeno de persecución a los cristianos que fanáticos hinduístas están llevando a cabo, y en especial contra los católicos. El padre carmelita Thomas Pandippallyil, sacerdote de 38 años, fue asesinado brutalmente la noche del pasado 16 de agosto cerca del pueblo de Balampilly, en el estado indio de Andhra Pradesh, mientras volvía en moto de celebrar la misa dominical, según la agencia misionera Asianews. El cuerpo del sacerdote tenía 18 puñaladas. Que Dios le tenga en su Gloria.

En España, sin embargo, los ataques a los catolicos y los principios que defiende la Iglesia vienen por otro lado: en lo que ya se conoce como "garzonada", el juez de la Audiencia Nacional D. Baltasar Garzón, quien en su momento formó parte de la listas del Partido Socialista, ha pedido una lista con los desaparecidos durante la Guerra Civil nada menos que a la Conferencia Episcopal Española y al abad de la Basílica Pontificia del Valle de los Caídos, además de a cuatro alcaldes, al Archivo General de la Administración y al Centro Documental de la Memoria Histórica, con el fin de abrir una investigación. Y yo me pregunto: ¿qué listas está pidiendo? ¿no se trata de "desaparecidos"? Si alguien estuviera en cualquier tipo de lista ya no sería ningún "desaparecido".

Por otro lado, cabe recordar que el juez Garzón negó hace unos años a los familiares de víctimas del genocidio ordenado por Santiago Carrillo, Secretario General de las Juventudes Socialistas Unificadas y Consejero de Orden Público en otoño de 1936, iniciar un proceso contra él, con la excusa de que no era competente para juzgar eso y además porque había una Ley de Amnistía, a pesar de que el delito de genocidio no prescribe. Ahora por lo visto sí se cree competente, y desde luego pretende saltarse la citada ley, que en su día esgrimió para no juzgar al único genocida europeo vivo y en libertad.

Por supuesto Garzón sólo exige que le den nombres de frentepopulistas ejecutados, no de los asesinados por el Frente Popular: en el cementerio de Paracuellos del Jarama, que en realidad no es tal cementerio, sino el lugar donde se llevaron a cabo los asesinatos de entre 5.000 y 10.000 personas no afectas al Frente Popular (entre ellas numerosos sacerdotes y religiosos, e incluso niños) ordenados por la Junta de Defensa, cuyo maximo responsable era entonces Santiago Carrillo, aún no se conoce ni el número exacto de cadáveres que yacen en dicho lugar, ni muchas de sus identidades; pero eso Garzón no pide investigarlo.

El juez ha informado a la Conferencia Episcopal Española de que deberá permitir que la Policía Judicial acceda a las 22.827 parroquias de España para que les faciliten los libros de difuntos de los que disponen con el fin de identificar a las posibles víctimas desaparecidas a partir de aquella época, a pesar de que ésta no tiene competencia para ello, y tendrá que solicitarlo a cada una de las diocesis. ¿Por qué no investigará en los archivos del PSOE, del Partido Comunista o de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC)? Seguro que en ellos sí que encontraría algo. Demasiado, me temo.

En la imagen, le vemos con un primate, especie animal a la que el partido para el que actúa (unas veces oficialmente y otras extraoficialmente) concedió por ley nada menos que "derechos humanos", a pesar de negárselos a los bebés nonatos, a los que ahora se asesinará impunemente tras la nueva ley del aborto que va a imponer el Partido Socialista y en la que por primera vez el aborto será considerado como un "derecho" y no como un delito, como está considerado hasta el día de hoy en el Código Penal, por más que esté despenalizado en ciertos casos. Es curioso que el juez Garzón tampoco se dedicara a investigar en su momento el escándalo de los abortorios, cuyo multimillonario negocio, así como garantizar la impunidad penal de los asesinos que trabajan en ellos, pretende proteger la nueva ley que impondrá el PSOE.

También la prensa nos presenta estos días la polémica que se ha formado en medios "progres" en torno a la persona de Sarah Palin, candidata a la vicepresidencia de EE.UU por el partido republicano. Ha trascendido que Bristol, su hija de 17 años, está embarazada y va a casarse con su novio. Aunque evidentemente su madre no es responsable del embarazo, sus adversarios políticos, partidarios de la Cultura de la Muerte, están aprovechando este hecho para presentarla como "retrógrada" por mantener una postura pro-vida y no fomentar el aborto.