Ayer, sábado 22 de enero, fiesta de la Cátedra de San Pedro, volvieron a juntarse el Papa emérito, S. S. Benedicto XVI, y el Papa reinante, S. S. Francisco, durante el Consistorio celebrado en la Basílica de San Pedro del Vaticano en el que fueron creados diecinueve nuevos cardenales, al que pertenecen las primeras imágenes. Las cuatro últimas muestran el momento de la Elevación mayor durante la Santa Misa oficiada por el Papa esta misma mañana, Domingo de Sexagésima, en el altar de la Confesión de la Basílica de San Pedro. Pinchando sobre las fotos pueden verse ampliadas.
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La verdad, dos papas compartiendo protagonismo es algo que todavía me cuesta asimilar y que me retrotrae a los tiempos procelosos del Gran Cisma de Occidente.
ResponderEliminarEs imposible soslayar el lado triste de estas imágenes del Romano Pontífice Emérito, Benedicto XVI. En efecto, hasta que se hiciera efectiva su renuncia, en virtud de su autoridad, la más alta entre todas sobre la tierra, según nos enseña el Catecismo Mayor de San Pío X, todo giraba -metafóricamente hablando- en torno a él, en cuanto Vicario de Cristo. Hoy asiste como alguien que alguna vez fue lo fuera –cual se tratara del caso de un ex presidente de alguna república-, siendo imposible no reparar en cómo, en virtud de la fuerza de tales imágenes, su magisterio, en tan poco tiempo, ya parece cosa del pasado y superado (aunque sabemos que de acuerdo a la doctrina de la Iglesia no es así).
ResponderEliminarTal vez pienso mal, pero su presencia en ceremonias públicas como el pasado Consistorio contribuye a lo dicho, y, además, a exacerbar la desacralización de la persona del Sumo Pontífice.