viernes, 30 de diciembre de 2016

Destituido el director de los Museos Vaticanos: la "cultura del descarte" y la apertura a otras religiones llegan al Museo por decreto del Papa Francisco

Estos son los antecedentes: hace casi un año, la revista Vida Nueva, en su nº 2.972, publicó un artículo titulado "El arte según Francisco", en el que daba cuenta de la publicación de un nuevo libro del Papa Francisco, de 99 páginas, titulado "Mi idea del arte" (La mia idea di arte), de la editorial Ingrandimenti, en el que, en forma de diálogo con el escultor argentino Alejandro Marmo (en la imagen junto al Papa Francisco y dos de sus esculturas), y transcrito por la periodista italiana Tiziana Lupi, pedía la "apertura" de los Museos Vaticanos. Según el Papa "el papel del poeta, del artista, es contrastar la cultura del descarte y evangelizar [...] Los Museos Vaticanos deben ser cada vez más el lugar de lo bello y de la acogida. Deben acoger las nuevas formas de arte. Deben abrir las puertas a las personas de todo el mundo. Ser un instrumento de diálogo entre las culturas y las religiones, un instrumento de paz. ¡Estar vivos!".

Ese toque de atención a los Museos Vaticanos a los que el Papa Francisco concibe como "la casa de todos" –y que generó cierta polémica con Antonio Paolucci, su director durante los últimos nueve años, desde que S. S. Benedicto XVI le pusiera al frente en 2007, que ha sido recientemente destituido y que afirmó que el Papa aún no los había visitado oficialmente–, iba mucho más allá a tenor de lo que apunta en su libro: una crítica radical contra el arte como industria del lujo y que se erige sobre la desigualdad social. "La mia idea di arte" parte de ese concepto de "cultura del descarte" sobre el que el Papa Francisco ha construido su denuncia de la sociedad contemporánea.

Un mes y medio antes, hacia principios de diciembre de 2015, el diario argentino La Nación también abordó las reflexiones del Papa incluidas en el mencionado libro, en un artículo firmado por Silvina Premat. En el mismo, se desvelaba que el inspirador del libro fue el propio escultor Alejandro Marmo, autor de los murales de Evita, el P. Múgica y Arturo Jauretche instalados en la avenida 9 de Julio de Buenos Aires. A lo largo de nueve páginas Bergoglio habla del arte y elogia la intuición y distintos aspectos de la metodología de trabajo de Marmo, a quien llama "un recreador del descarte".

Bergoglio y Marmo se conocieron en 2009, y de él ha dicho el Papa: "Cuando conocí a Alejandro inmediatamente sentí que era un poeta, y por eso quise ayudarlo. Y también yo aprendí de él". También destacó que Marmo "trabaja con gente que la sociedad de hoy, poderosa y muy devota del dios dinero, tira". Marmo explicó a La Nación que en sus proyectos involucra a ancianos que viven en asilos, niños de orfanatos, jóvenes drogadictos y obreros desempleados. "Yo no inventé nada; el descarte se usa desde hace tiempo. Lo que pasa es que el arte es un instrumento y, como tal, en todas las épocas se toca de distinta forma. Este libro habla de que el arte siempre es moderno, el de Miguel Ángel, el de Picasso y el de los años 2000", dijo Marmo, autor del "Cristo obrero" y "La Virgen de Luján" que están emplazados en los jardines de los Museos Vaticanos, como se aprecia en estas fotografías:
Ambas obras fueron seleccionadas por Lupi y Sandro Barbagallo, conservador de las colecciones históricas de los Museos Vaticanos, que escribieron sus fichas para que reflejaran el pensamiento de Francisco, quien las aprobó sin modificaciones. El Papa quiere que sus museos sean espacios de diálogo entre culturas y religiones. Los museos del Vaticano aún tienen el reto de transmitir el pensamiento de Francisco. Marmo muestra las dificultades de esta estructura cultural en contra de un cambio de rumbo capaz de mirar a los suburbios.

Quizás por ello, el hasta ahora director, el Profesor Antonio Paolucci (foto sobre estas líneas), historiador del Arte y ex Ministro para los Bienes y Actividades Culturales de Italia, hombre de cultura y un académico amante de la tradición, ha sido destituido: el pasado 20 de diciembre el Papa Francisco nombró directora de los Museos Vaticanos a Barbara Jatta, que había sido Jefe del Gabinete de Estampas de la Biblioteca Apostólica Vaticana y vicedirectora desde el pasado junio. Desempeñará el cargo a partir de pasado mañana, 1 de enero de 2017, sustituyendo al recién destituido Antonio Paolucci. Según ha afirmado ella misma, quizá el que sea mujer haya ayudado en su elección, por ser un gesto de ruptura con el pasado, aunque en una entrevista afirma que espera que la hayan elegido por su currículum y sus 20 años en los Museos y no por ser mujer: "Quizá ha ayudado el ser mujer porque era un gesto de ruptura con el pasado, pero espero que me hayan elegido a mí por mi currículum y por todo lo que puedo aportar a esta institución prescindiendo del hecho de que sea mujer".

El nombramiento de Barbara Jatta (en la imagen sobre estas líneas), de 52 años, (que puede verse en el Bollettino de la Sala Stampa de la Santa Sede) se convirtió hace 10 días en todo un acontecimiento mediático por ser la primera mujer que dirigirá los Museos Vaticanos, ya que en más de 500 años el puesto de dirección no ha sido ocupado por ninguna mujer.

El cambio de dirección era un secreto a voces. Todo el mundo lo sabía, todos los empleados, pero no era oficial todavía. Los Museos Vaticanos son de los más visitados del mundo, con cerca de 6 millones de visitas anuales. La gestión y las cuentas van viento en popa. Pero Francisco quería más. En su libro "Mi idea del arte", el Papa pidió a los Museos recibir las nuevas formas de arte y abrir las puertas a artistas de todo el mundo, así como que no se convirtieran en una "colección del pasado llena de polvo y sólo para los elegidos y los sabios, sino una realidad vital que sepa preservar ese pasado para transmitírselo a la gente de hoy en día, comenzando por el más humilde, y juntos prepararnos, así, con confianza en el presente y en el futuro".

Durante la presentación del libro, Antonio Paolucci dijo públicamente que no estaba del todo de acuerdo con el Papa. Aseguró que "los museos no son un lugar polvoriento", porque artistas como Miguel Ángel y Rafael son siempre contemporáneos. También se quejó de que el Papa no los hubiera visitado hasta entonces, diciendo que le habría gustado expresarle "personalmente" su posición.

Es cierto, Francisco hasta ahora no ha hecho ninguna visita oficial a los Museos Vaticanos o a su "personal". Y, siendo un Papa de los gestos, este particular no ha pasado desapercibido. En este sentido, el artista argentino cuya obra es admirada por el Papa, recordó que en marzo el año 2015 Bergoglio había ido allí, pero con un propósito concreto: visitar la Capilla Sixtina con un grupo de personas sin hogar y pobres de Roma.

Alejandro Marmo dijo que la intención de Francisco fue visitar los museos con un mensaje, una propuesta, y con para poner en práctica su idea de la evangelización, y no simplemente como una visita social. Tal vez, dijo, podría estar molesto con los "conservadores" de salón que abogan por "pensamientos elitistas fuera de tiempo". Se lamentó de que el libro "Mi idea sobre el arte" no se promocionara en el museo, sino que, según él, incluso se oculta, mientras que no ocurre igual con otros catálogos. Asimismo, también se quejó de que las obras de mármol de la Virgen de Luján y el Cristo obrero, que fueron creados a partir de materiales de desecho, deberían haber sido exhibidas en un espacio dentro del Museo, como deseaba el Papa. Pero, sin ninguna explicación, las esculturas fueron colocadas en los jardines del Vaticano -como se aprecia en las imágenes, lejos de los ojos de los turistas y visitantes, en una pequeña plaza que no suele estar abierto al público. Su autor no duda en hablar de humillación y censura. La obra de este artista pertenece a esas "formas existentes de la expresión" que Francisco quiere llevar a sus museos, pero no es el único. Y es por eso que se ha propuesto una exposición con otros artistas como él, de diferentes partes del mundo. Un proyecto que nunca se ha materializado. "Los museos deben adaptarse al tiempo y al espacio. Se trata de un inminente cambio en la mirada individualista que marcó el siglo XX. Si los museos no alcanzan a comprender la maravilla que genera el arte del pueblo, serán aplastados por los egos de los que se sienten a sí mismos como el más poderoso de los artistas". Al Papa lo que le importa del museo es evangelizar, no la financiación, dice. Ahora los museos del Vaticano tienen la oportunidad de involucrarse y tomar la nueva dirección indicada por Francisco.

Visto lo cual, parece que en la destitución del director de los Museos Vaticanos y el posterior nombramiento de una mujer para el puesto, no sólo han influido algunos desencuentros y desacuerdos personales entre éste y el Papa Francisco, sino que también ha tenido mucho que ver la intención de introducir a mujeres en el mayor número posible de cargos en la Santa Sede, la propia idea que el Papa tiene del Arte, así como el hecho de que a su amigo personal, el escultor argentino Alejandro Marmo, no se le hubiera otorgado el espacio que, en su opinión, merecía ocupar junto a grandes genios del Arte universal como Miguel Ángel o Rafael.

3 comentarios :

  1. Es natural que el Papa Fransisco consiva el arte asi. Esperemos no subaste las obras de arte para hacer disque obras de caridad. Muy pobre en pensamiento muy pobre en sentimiento muy pobre en conocimiento y muy voluntarioso y soberbio como el solo.

    Saludos Cordiales y muy feliz Año Nuevo.

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  2. Qué asco da. Y lo peor es que esa impostura pseudoprogre antitradición es ya una antigualla, una vacuidad coyuntural por supuesto superada por la verdadera cultura, la que es siempre actual. Un despropósito, un castigo, una lacra. Y ni siquiera es una prueba que quiere el Señor, pues la elección del tal Bergoglio fue una farsa decidida humanamente.

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  3. Bergoglio ha decidido sustituir a Antonio Paolucci, un nombre de prestigio internacional, por una señora -Barbara Jatta- de segundísima fila. Siempre lo mismo. Los mejores -la aristocracia del espíritu- al desván. Mientras tanto me temo lo peor para las Galerías Vaticanas.
    Es para mí cada vez más incomprensible cómo una persona así como Bergoglio haya llegado tan alto.
    Feliz y próspero Año Nuevo, Catholicvs. Año del Señor 2017.

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