Señor Dios, que en la gloriosa transfiguración de Jesucristo confirmaste los misterios de la fe con el testimonio de Moisés y de Elías, y nos hiciste entrever en la gloria de tu Hijo la grandeza de nuestra definitiva adopción filial, haz que escuchemos siempre la voz de tu Hijo amado y lleguemos a ser un día sus coherederos en la gloria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
La Glosa Dominical de Gérminans: SE MARCHÓ: ¡Y AHORA VIENE LO BUENO
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*Giotto: Las bodas de Caná*
Se marchó. Partió. Y ya nadie podrá detenerle. Y en el capítulo final de su
historia, un puñado de clavos y un madero desnudo l...
Hace 6 horas
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