miércoles, 23 de febrero de 2011

La Unión Europea se ha negado a condenar explícitamente la violencia y persecución contra los cristianos


Siento decir que, una vez más, la Unión Europea ha demostrado que es totalmente cristianófoba: ni reconoce las raíces cristianas de Europa (a pesar de lo cual no puede borrar la Historia), ni hace mención alguna al Cristianismo en el Tratado de la UE -impuesto en Lisboa de forma antidemocrática-, ni condena explícitamente la violencia y persecución contra los cristianos -anteayer, finalmente, aprobó una resolución en la que sólo condenaba la intolerancia religiosa, en general-.

Por si fuera poco, tanto en el perfil de Facebook de la "Agencia Europea para los Derechos Humanos", como en el de la "Presidencia Húngara de la UE" -que es el mandato actualmente vigente-, censuraron cualquier mensaje que pidiera una condena de la Unión Europea contra la violencia y persecución contra los cristianos. Directamente borraron todos esos mensajes, e incluso se eliminó de la página a las personas que los habían escrito.

A pesar de lo que afirma la web Hazteoír, promotora de la petición de condena a la Unión Europea, dicha iniciativa ha sido un fracaso. Llama la atención que titulen de "éxito" (ver aquí) esta iniciativa, en un artículo en el que dan cuenta de las conclusiones que ha adoptado el Consejo de ministros de Exteriores de la UE, reunido para tratar esta cuestión. De igual forma, llama la atención que se adjunte al final un documento titulado "Informe sobre la intolerancia y discriminación de cristianos en Europa. 2005 - 2010", que NO es la resolución que la Comisión de la UE adoptó ayer, 21 de febrero de 2011.

En las conclusiones, cargadas de ambigüedad, de la resolución de ayer, la Comisión ha echo oídos sordos a la petición de condenar de forma explícita la persecución contra los cristianos, que, con diferencia, es el colectivo que más padece persecución en el mundo (especialmente en los países asiáticos y árabes). De nuevo, en la redacción de las conclusiones del texto se han tratado de obviar los términos "cristianos" o "Cristianismo", diluyendo la condena expresa de la persecución contra los cristianos, con "la condena contra otras comunidades religiosas".

La Comisión, sin embargo, sí ha tenido tiempo para hacer un alegato a favor del sincretismo religioso, la libertad y la fraternidad, eludiendo, en cambio, mencionar a instituciones europeas católicas o de diálogo interreligioso auspiciado por organizaciones cristianas.

Por último, el texto aprovecha para poner en la picota a la Religión -en general-, so pretexto de impedir que sea un instrumento de división, y alimentadora del extremismo y la violencia. Además, termina de forma significativa: "La Unión Europea y sus Estados miembros seguirán apoyando iniciativas en el campo del diálogo intercultural e interreligioso en un espíritu de apertura, y de comprensión mutua, incluidas las iniciativas que emanan de la Alianza de la civilización de las Naciones Unidas, la UNESCO y la Fundación Anna Lindh". "El Consejo invita a la máxima autoridad europea en esta materia, Catherine Ashton, a tomar medidas para que los informes y propuestas concretas fortalezcan aún más la acción de equidad de la UE".

El laicismo anticristiano, históricamente propiciado y difundido por la Masonería -secta condenada por la Iglesia (1)
-, y llevado a la práctica por los líderes políticos mundiales pertenecientes a dicha secta, así como por los organismos internacionales auspiciados por la misma, ha llegado a unos extremos de cinismo y sectarismo -inconcebibles hace no tanto tiempo- tan increíbles, que al final va a provocar una auténtica catástrofe: sólo hay que ver el aumento de los sacrilegios cometidos en nuestros templos, o los atentados y asesinatos de sacerdotes, religiosos y seglares católicos.

(1) La Masonería ha sido condenada en numerosos documentos de la Iglesia:
  1. Clemente XII: In Eminenti, Encíclica, 24 de abril de 1738.
  2. Benedicto XIV: Providas, 18 de mayo de 1751.
  3. Pío VII: Ecclesiam a Jesu Christo, 13 de septiembre de 1821.
  4. León XII: Quo Graviora, 13 de marzo de 1825.
  5. Pío VIII: Traditi Humilitati, Encíclica, 24 de mayo de 1829.
  6. Gregorio XVI: Mirari Vos, Encíclica, 15 de agosto de 1832.
  7. Pío IX: Qui Pluribus, Encíclica. 9 de noviembre de 1846.
  8. León XIII: Humanum Genus, Encíclica 20 de abril de 1884.
  9. León XIII: Dall'Alto Dell'Opostolico, Seggio, Encíclica.
  10. León XIII: Inimica Vos, Encíclica 8 de diciembre de 1892.
  11. León XIII: Custodi Di Quella Fede, Encíclica, 8 de diciembre de 1892.
  12. Código de Derecho Canónico, de 1917 (Codex Iuris Canonici o C.I.C., que es la Ley oficial de la Iglesia, promulgado por SS. Benedicto PP. XV).
  13. Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe: Clarificación sobre el estado de los católicos que se asocian a la Masonería, 17 de febrero de 1981.
  14. Código de Derecho Canónico actual, de 1983 (promulgado por el Venerable Juan Pablo II) condena a "Quien se inscribe en una asociación que maquina contra la Iglesia" (condena más genérica que la del C.I.C. de 1917).
  15. Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe: Declaración sobre las Asociaciones Masónicas, Quaesitum Est, 26 de noviembre de 1983 (aclara el C.I.C. de 1983, condenando explícitamente a la Masonería).

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