miércoles, 22 de junio de 2016

El Papa Francisco nuevamente contra el Catecismo de la Iglesia Católica y el Magisterio bimilenario: esta vez a cuenta de la pena de muerte

La agencia de noticias Notimex, hizo públicas ayer (ver aquí) unas palabras del Papa Francisco dirigidas al VI Congreso Mundial contra la Pena de Muerte que comenzó en Oslo (Noruega), las cuales contradicen el Magisterio de la Iglesia y el mismo Catecismo en lo que a esta materia se refiere:

"La pena de muerte es inadmisible, sin importar el delito": Papa

Ciudad del Vaticano, 21 Jun (Notimex).- El Papa Francisco advirtió hoy que la pena de muerte "es inadmisible", sin importar cuán grave haya sido el delito del condenado, porque no hace justicia a las víctimas sino que "fomenta la venganza".

El Papa se expresó en estos términos en un videomensaje grabado con motivo del VI Congreso Mundial contra la Pena de Muerte que inició este día en Oslo (Noruega) y es convocado por una alianza compuesta por unas 140 organizaciones del mundo.

"(La pena capital) es una ofensa a la inviolabilidad de la vida y a la dignidad de la persona humana que contradice el designio de Dios sobre el hombre y la sociedad y su justicia misericordiosa, e impide cumplir con cualquier finalidad justa de las penas", dijo.

"El mandamiento ‘no matarás' tiene valor absoluto y abarca tanto a los inocentes como a los culpables", agregó, hablando en español.

Aplaudió la creciente oposición global a la pena de muerte y precisó que "hacer justicia" no significa que se deba buscar el castigo por sí mismo, sino que las sentencias tengan como finalidad fundamental la reeducación del delincuente.

Pidió por una justicia penal que sea "abierta a la esperanza" porque "no hay pena válida" sin posibilidad de cambio. Insistió que una condena clausurada en sí misma, que no dé lugar a la reinserción, es "una tortura" y no una pena.

Animó a todos los hombres "de buena voluntad" comprometidos con un mundo libre de la pena de muerte y subrayó que el derecho inviolable a la vida, "don de Dios", pertenece también al criminal.

"Deseo hoy alentar a todos a trabajar no sólo por la abolición de la pena de muerte, sino también por la mejora de las condiciones de reclusión, para que respeten plenamente la dignidad humana de las personas privadas de libertad", estableció.


Puede comprobarse claramente cómo estas ideas personales del Papa Francisco -que no es la primera vez que hace públicas- contradicen, una vez más, el propio Catecismo de la Iglesia Católica (números 2265, 2266 y 2267), que recoge el Magisterio bimilenario de la misma:


2265 La legítima defensa puede ser no solamente un derecho, sino un deber grave, para el que es responsable de la vida de otro. La defensa del bien común exige colocar al agresor en la situación de no poder causar prejuicio. Por este motivo, los que tienen autoridad legítima tienen también el derecho de rechazar, incluso con el uso de las armas, a los agresores de la sociedad civil confiada a su responsabilidad.

2266 A la exigencia de la tutela del bien común corresponde el esfuerzo del Estado para contener la difusión dem comportamientos lesivos de los derechos humanos y las normas fundamentales de la convivencia civil. La legítima autoridad pública tiene el derecho y el deber de aplicar penas proporcionadas a la gravedad del delito. La pena tiene, ante todo, la finalidad de reparar el desorden introducido por la culpa. Cuando la pena es aceptada voluntariamente por el culpable, adquiere un valor de expiación. La pena finalmente, además de la defensa del orden público y la tutela de la seguridad de las personas, tiene una finalidad medicinal: en la medida de lo posible, debe contribuir a la enmienda del culpable.

2267 La enseñanza tradicional de la Iglesia no excluye, supuesta la plena comprobación de la identidad y de la responsabilidad del culpable, el recurso a la pena de muerte, si esta fuera el único camino posible para defender eficazmente del agresor injusto las vidas humanas.

Catecismo de la Iglesia Católica
, en la página web oficial de la Santa Sede.

12 comentarios :

  1. Actualmente ya hay muchos caminos posibles para defender eficazmente del agresor injusto las vidas humanas. Por eso no hay contradicción entre las palabras del Papa Francisco y lo que señala el Catecismo de la iglesia Católica.

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    1. Elefante: ¿De verdad cree eso? A mí me parece que la realidad le contradice. Estoy pensando, por ejemplo, en el Chapo Guzmán... ¿a cuánta gente habrá ordenado asesinar desde la cárcel? ¿Cuánta gente habrá muerto directa o indirectamente por el manejo del narcotráfico que sigue haciendo desde prisión? (incluyendo las vidas de todos los drogadictos afectados y de sus inocentes familias). Y eso, sin contar todo el mal que habrá podido hacer cuando se ha escapado de la cárcel -de lo cual no hay garantía alguna de que no pueda volver a pasar-. Y esto es sólo un caso. A diario vemos en las noticias cómo violadores y asesinos "rehabilitados", en cuanto ponen un pie en la calle vuelven a violar y asesinar. Evidentemente, el buenismo no salva vidas. Y a todo ello podemos sumar la inmoralidad de que las familias de las víctimas costeen con su dinero (vía impuestos) el que los asesinos de vivan bien en la cárcel -que ya no son mazmorras, ni mucho menos-, o, peor aún, que en cualquiera de los permisos de los que muchos de ellos gozan, se escapen a un paraíso tropical y no vuelvan a prisión -como han hecho montones de asesinos etarras, que viven divinamente en Venezuela en la actualidad-. Además, lo malo de estas declaraciones papales, es que ni siquiera plantean lo que usted -y el Catecismo- dicen: afirma que la pena de muerte, en sí misma, es algo inmoral e intolerable en todas las circunstancias; lo cual, como digo, es una falacia y contradice las Sagradas Escrituras, el Magisterio bimilenario de la Iglesia, a todos sus predecesores, y al propio Catecismo, que lo dice bien claro. No intente cuadrar el círculo, porque, en esta ocasión el Papa no tiene ninguna razón y no habla en nombre de la Iglesia, sino en el suyo propio -como en la mayoría de las ocasiones-.

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    2. No opino sobre el contenido de la nota; pero en vez de poner esa foto burlona, ore por el papa.

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    3. No culpe al fotógrafo de burlarse del Papa: fue él quien hizo ese gesto, y lo hizo aposta. Lo de rezar, por descontado: acaba de comenzar una iniciativa para rezar por él, desde cualquier parte del mundo, para que Dios le libre de la influencia del Maligno. ¿Se unirá?

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    4. Olvidé poner el enlace de esta iniciativa de oración por el Papa. Se explica aquí (en inglés):

      http://wdtprs.com/blog/2016/06/action-item-coordinated-prayer-for-pope-francis-against-diabolical-attack/

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  2. Uy pues que miedo, con ese criterio, tendríamos que matar a todos los pecadores.

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    1. ¿Quién ha hablado de pecadores? De lo que se habla es de criminales convictos, cuya culpabilidad haya sido demostrada, y que puedan suponer un peligro para las vidas de inocentes.

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  3. Interesante analizar estas réplicas, ecos del modernismo vacuo. ¿Matar a todos los pecadores? Por Dios, ¿qué asociación de ideas funciona por ahí?... Y eso que Catholicvs, simplemente, ha citado de forma textual el Catecismo...

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  4. El único que tiene el poder y la autoridad de quitar una vida es el mismo que la ha creado. DIOS. Por lo tanto el Papa Francisco está acorde a estos mandatos. La misericordia de DIOS es infinita y nosotros como humanos no tenemos la Facultad de decidir quién vive y quien no. Si esto fuera así, todos los cristianos católicos incluida la iglesia, aceptaríamos cosas similares como el aborto. Recuerde amigo CATHOLICVS que Dios dijo " el que te pegue en la mejilla, presentale tambien la otra mejilla". Si usted es un verdadero cristiano está debe ser parte de su bandera. Este es el año de la Misericordia. Apliquelo.

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    1. Como ya ha indicado un comentarista, me he limitado a citar las palabras del Papa Francisco y lo que el Catecismo de la Iglesia Católica dice al respecto. Que el Papa Francisco lo contradice no es una opinión, sino un hecho objetivo.

      En cuanto a comparar el vil asesinato de seres humanos inocentes -en el caso del aborto-, con el ajusticiamiento de criminales culpables -en el caso de la pena de muerte-, la mera equiparación es moralmente repugnante y reprobable.

      Y en vez de emplear el manido recurso de "la otra mejilla" para justificar lo indefendible, haga memoria de cómo Nuestro Señor Jesucristo se lió a latigazos con quienes profanaron el Templo, por ejemplo, o cómo insultaba a los fariseos -que eran los que en aquel entonces defendían el divorcio y posterior adulterio, frente al indisoluble matrimonio querido por Dios, como Él explicó-, llamándoles hipócritas, raza de víboras, serpientes o sepulcros blanqueados. La misericordia de Dios no resta un ápice su justicia, aunque usted, erroneamente, crea y quiera lo contrario.

      Como es el Año de la Misericordia y corregir al que yerra es una de las obras de misericordia, debo recomendarle que lea más los Santos Evangelios y el Catecismo, en lugar de fabricarse un cristianismo "a la carta" que nada tiene que ver con lo predicado por Nuestro Señor, conservado y difundido por su Santa Iglesia durante dos milenios. Las erróneas ideas personales de este Papa, totalmente contrarias al Magisterio de la Iglesia en ésta y otras materias, no van a hacer que la realidad cambie: la Iglesia admite la pena de muerte, como ha hecho siempre, desde su fundación, y como recoge el Catecismo de la Iglesia Católica, promulgado por San Juan Pablo II.

      Siento tener que aclararle que, por Derecho Divino, ningún Papa tiene poder ni autoridad para cambiar la Doctrina, la Tradición Apostólica y el Magisterio bimilenario de la Iglesia Católica; y usted, mucho menos. Si el Papa se equivoca al expresar sus opiniones personales, malo. Si usted asume dichos errores, aun sabiendo que contradicen el Magisterio de la Iglesia, peor.

      Espero que lo medite. Gracias por su comentario.

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    2. de otro catholicvs, estimado catholicvs.
      Creo que deberíamos practicar la obediencia y no solamente predicarla, para que otros la cumplan. Generalmente no contesto este tipo de cuestiones, pero lanzar ataque contra nuestro legítimo pontífice es un ataque a la iglesia católica. Por eso creo mi deber recordarle que el nuestro papa es el sucesor de San Pedro y su enseñanza un resguardo de nuestra Tradición. El catecismo tiene su validez, en cuanto que fue elaborado, promocionado y aaprobado por un pontífice en su momento.
      Nada de lo que dice el papa contradice la defensa de los inocentes, que supuestamente para usted, tiene como instrumento primordial la pena de muerte. Para ello me remito simplemente a reflexionar sobre un punto: ¿la iglesia puede aplicar la pena de muerte? entonces ¿quién es el encargado de hacerlo? ¿qué garantías nos daría un estado corrupto, que deja tomar tanto vuelo a los criminales, de ser un institución que aplicaría con justicia este instrumento de "defensa"? Para terminar, en esta historia bimilenaria, la iglesia ha mantenido y desarrollado su Tradición y sus tradiciones, con el oído puesta en la voz del Nuestro Señor Jesucristo, que vive y reina por siempre, a pesar de una pena de muerte aplicada injustamente, muchas gracias.

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    3. ¿Recordar el Magisterio de la Iglesia es "atacar" al Papa? ¿Desde cuándo? Es cosa del Papa si prefiere emitir juicios personales que no coinciden con el Magisterio. Entre sus atribuciones no está la de cambiar la Doctrina, Magisterio y Tradición de la Iglesia. Sólo conservarlos y difundirlos. Todo lo que se salga de ahí, es mera opinión personal -equivocada, en este caso-. Y en cuanto a este tema, no es que sea así porque lo diga el Catecismo, sino justo al contrario: lo dice el Catecismo porque es así, y así lo ha enseñado la Iglesia siempre. La Iglesia no establece que la pena de muerte pueda aplicarse de forma arbitraria, por lo que su "supuesto" no guarda relación con lo aquí expuesto. ¿Sabe lo que es injusto? El crimen, no los legítimos métodos aplicados para combatirlo y castigarlo y que, además, están aprobados por la Iglesia -aunque a usted no le guste-. Gracias por su comentario, en cualquier caso. Un saludo.

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