Después de que la semana pasada el Arzobispo Paul-André Durocher, Presidente de la Conferencia Episcopal Canadiense, abogara por conferir la Ordenación diaconal a mujeres, el lunes pasado, 5 de octubre, el Cardenal José Luis Lacunza Maestrojuan, nacido en Pamplona (España) y Presidente de la Conferencia Episcopal Panameña, propuso en el Sínodo de la Familia que la Iglesia abandone lo establecido por Nuestro Señor Jesucristo sobre el sacramento del Matrimonio, para volver a la Ley de Moisés que permitía el divorcio. La frase exacta la recogió S. E. R. Mons. Stanisław Gądecki, Arzobispo Metropolitano de Poznań y Presidente de la Conferencia Episcopal Polaca: "Moisés se acercó a la gente y cedió. De igual manera, hoy, la 'dureza de corazón' se opone al plan de Dios. ¿No podría Pedro ser misericordioso como Moisés?".
En respuesta a Lacunza, también citado por Mons. Gądecki, Su Beatitud Gregorio III Laham, Patriarca Greco-Melquita de Antioquía, dijo: "Se debería hablar siempre del 'sacramento del matrimonio' [Matrimony] y no 'casamiento' [marriage] para mostrar la belleza espiritual del casamiento. Para asistir a los esposos se les debe mostrar la imagen inalterable y espiritual del matrimonio. Muchas veces no estamos unidos en lo referente a la imagen positiva del matrimonio y la familia. Jesús corrigió a Moisés. Un matrimonio disoluble va contra su propia naturaleza".
Por otra parte, un prominente miembro del Sacro Colegio Cardenalicio, S. E. R. Wilfred S.R.E. Card. Napier, Arzobispo de Durban (Sudáfrica), ha corregido y puesto al descubierto la falsa misericordia del trístemente conocido P. Thomas Rosica, uno de los portavoces de la Santa Sede, de quien ya hablé en el blog hace casi 8 meses, con motivo de la querella que puso contra un pobre padre de familia católico, que osó criticarle en un blog por sostener posturas contrarias a la doctrina y magisterio de la Iglesia (ver aquí). A través de Twitter, el Cardenal Napier respondió a lo dicho por el P. Rosica en la conferencia de prensa del martes 6 de octubre, difundido en Twitter por "Salt & Light TV" -canal de televisión por cable del que es dueño el P. Rosica-, en el que condenaba el "lenguaje excluyente" -en referencia a los homosexuales y los adúlteros- y recordaba a los delegados sinodales la necesidad de "aceptar a las personas como son". Al Cardenal Napier, uno de los usuarios más activos en Twitter entre los líderes de la Iglesia, le faltó tiempo para contestarle: "Encontrarse con la gente donde esté [aceptar a la gente como es] suena bien, pero ¿fue eso lo que hizo Jesús? ¿No les obligó más bien a alejarse de donde estaban [a dejar de ser lo que eran]?".
También S. E. R. Thomas S.R.E. Card. Collins, Arzobispo de Toronto (Canadá), durante sus tres minutos de exposición ante los Padres sinodales, cargó contra la mentalidad de 'no juzgar' y, de paso, respondió al P. Rosica: "La misericordia compasiva más verdadera es una compasión que supone un desafío [...] Encontrarse con la gente 'donde esté' es lo primero, pero sólo es el primer paso. Lo siguiente es ayudarles a ser lo que Dios quiere que sean [...] Sólo acompañar a las personas mientras se alejan del Señor no es suficiente. Necesitamos estar con ellas para ayudarles a seguir a Nuestro Señor".
El P. Rosica, además, está recibiendo muchas críticas después de que Francis DeBernardo, un activista homosexual "pro derechos gay", se colara en la rueda de prensa del miércoles 7 de octubre con una acreditación como periodista -sin serlo, ni tener relación alguna con el mundo de la prensa-, que, en opinión de Martin Voris, famoso presentador de la CBS, sólo podría habersela facilitado el P. Rosica -conocido defensor de la subcultura gay-. Como era de esperar, el activista en cuestión terminó preguntando a un prelado africano, de forma capciosa, sobre el supuesto apoyo de los obispos africanos a los castigos a los homosexuales. Como resultado, el celebre jesuita P. James Martin, amigo del P. Rosica, aprovechó la ocasión para atacar a los obispos africanos en el mismo sentido, a través de la cuenta de Twitter de "New Ways Ministry", movimiento pro-homosexualista condenado por la Iglesia.
Debido a todas estas críticas, en una nueva pataleta como la que le llevó a perseguir judicialmente al blogger católico citado más arriba, el P. Rosica ha optado por la vía "misericordiosa": bloquear a todas las personas sospechosas de poder criticarle, para que no accedan a sus tweets y le pongan en evidencia al difundir sus publicaciones. ¡Hasta se ha creado nuevo grupo de Facebook para aquellos que ha bloqueado!
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