viernes, 15 de agosto de 2008

Solemnidad de la Asunción de la Virgen María

Hace casi cincuenta y ocho años, el 1 de noviembre de 1950, SS. Pío XII definió el dogma de la Asunción de la Bienaventurada Virgen María a los cielos en cuerpo y alma, verdad que creyó la Iglesia durante 1900 años, pero que ahora el Papa definía "ex cathedra". Mediante la Constitución Apostólica "Munificentissimus Deus", este dogma quedó expresado solemnemente en estos términos:

“Después de elevar a Dios muchas y reiteradas preces y de invocar la luz del Espíritu de la Verdad, para gloria de Dios omnipotente, que otorgó a la Virgen María su peculiar benevolencia; para honor de su Hijo, Rey inmortal de los siglos y vencedor del pecado y de la muerte; para aumentar la gloria de la misma augusta Madre y para gozo y alegría de toda la Iglesia, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados Apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra, pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado, que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, terminado el curso de su vida terrena fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial.

Por eso, si alguno, lo que Dios no quiera, osase negar o poner en duda voluntariamente lo que por Nos ha sido definido, sepa que ha caído de la fe divina y católica.

Para que nuestra definición de la Asunción corporal de María Virgen al cielo sea llevada a conocimiento de la Iglesia universal, hemos querido que conste para perpetua memoria esta nuestra carta apostólica; mandando que a sus copias y ejemplares, aun impresos, firmados por la mano de cualquier notario público y adornados del sello de cualquier persona constituida en dignidad eclesiástica, se preste absolutamente por todos la misma fe que se prestaría a la presente si fuese exhibida o mostrada.

A ninguno, pues, sea lícito infringir esta nuestra declaración, proclamación y definición u oponerse o contravenir a ella. Si alguno se atreviere a intentarlo, sepa que incurrirá en la indignación de Dios omnipotente y de sus santos apóstoles Pedro y Pablo.

Nos, PÍO,
Obispo de la Iglesia católica,
definiéndolo así, lo hemos suscrito.

Dado en Roma, junto a San Pedro, el año del máximo Jubileo de mil novecientos cincuenta, el día primero del mes de noviembre, fiesta de Todos los Santos, el año duodécimo de nuestro pontificado”.


Las fotos bajo estas líneas, tomadas del album de Flickr de Vultus Christi "Popes of the 20th Century", muestran varios momentos de dicha ceremonia. Pertenecen al libro de Monseñor Pierre Pfister "Pío XII: Vida y obra de un gran Papa".

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