sábado, 24 de noviembre de 2007

Cardenales y manipulación mediática

Habría querido titular esta entrada "Nuevos cardenales españoles y manipulación informativa", pero no cabía.

En esta imagen de la ceremonia de creación de nuevos cardenales llevada a cabo esta mañana, se ve a un grupo de fieles, de los miles que han acudido a seguir la ceremonia a la Plaza de San Pedro, en el Vaticano. Como se aprecia en la foto, ante el desbordamiento de la capacidad de la Basílica, se han habilitado pantallas gigantes dispuestas en el exterior para el seguimiento de la ceremonia.

Como ya he adelantado, hoy se ha celebrado en la Basílica de San Pedro del Vaticano el Consistorio en el que han sido creados nuevos cardenales, entre los cuáles se encuentran tres españoles, que se suman a los otros siete ya existentes, entre activos y eméritos -o jubilados, para que nos entendamos-.

Por este motivo la prensa española, en la línea que en los últimos tiempos viene siguiendo -salvo contadas excepciones- de desinformación y manipulación de todo lo relacionado con la Iglesia Católica, ha cubierto esta noticia de tal forma, que merece varios comentarios.

En primer lugar hay que citar al diario que más ha distorsionado a propósito la imagen de la Iglesia y todo lo relacionado con ella: el diario pro-socialista "El País", que se hace eco de las "buenas relaciones" del actual gobierno con la Iglesia, en un claro alarde propagandístico con fines electoralistas, subrayando que la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, iba a asistir hoy en el Vaticano a la ceremonia de imposición del capelo cardenalicio a los tres nuevos cardenales españoles, y que ofrecerá posteriormente una cena en honor de los nuevos purpurados, en la Embajada de España ante el Estado de la Santa Sede.

La delegación española estará encabezada por De la Vega, a quien acompañarán la subsecretaria del ministerio de Asuntos Exteriores, María Jesús Figa, y la directora general de Asuntos Religiosos, Mercedes Rico, según fuentes gubernamentales. Entre las autoridades autonómicas destacan el presidente de la Generalidad de Cataluña, José Montilla, o el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu (como se ve, todos ellos -vicepresidenta incluida- "fieles católicos" y máximos exponentes del respeto y "buenas relaciones" que deben existir entre la Iglesia y las autoridades españolas).

Como siempre, "El País" no se entera, y como medio de información deja mucho que desear. Lo malo no es que no se disponga de información veraz para plasmar en dicho diario, sino que ésta es manipulada a voluntad, según convenga a su línea editorial, nada favorable -por decirlo suavemente- a la religión en general, y a la católica en particular.

En relación con los nuevos cardenales, Enric González se centra en la figura de Lluís Martínez Sistachs (nuevo Cardenal de la diócesis de Barcelona, que a partir de ahora será llamado Lluís Cardenal Martínez, siguiendo la tradición eclesiástica), para dejar caer su "talante dialogante" y que "se le considera progresista en cuestiones sociales y un férreo conservador en temas de moral católica, como el sexo y la familia". Evidentemente Enric González obvia que la moral católica es invariable, que es parte del Depósito de la Fe, la Tradición y el Magisterio de la Iglesia, y que el Papa, los cardenales, los obispos y los sacerdotes (es decir, la jerarquía eclesiástica), tienen precisamente la misión de "conservar" lo que recibieron de su fundador, Jesucristo, y que no se deben a nada ni a nadie, y mucho menos a corrientes ideológicas coyunturales o modas pasajeras. Por lo cuál, tachar de "conservador" a un cardenal, en lo que a moral se refiere, es una obviedad tal, que salta a la vista la intención de darle a ese calificativo un matiz peyorativo. De la misma manera, a la inversa y en otro claro alarde de populismo, define al mismo nuevo cardenal de "progresista" en cuestiones sociales. ¿Es que existe alguien que no desee "progresar" hacia mejor? Porque claro, si el progreso es a peor, mejor no "progresar", y en este sentido, si es a costa de ser inmoral o amoral, el progreso deja de convertirse en algo deseable para convertirse en algo totalmente rechazable e indeseable.

Y hablando de "progresar" y "progresismo", este periódico no deja pasar la ocasión de mirar al pasado, esta vez hacia la Edad Media, poniendo de relieve que nunca había contado España con tantos cardenales como en la época de los Borgia (o Borja) -lo sabrán a partir del panfleto cinematográfico "Los Borgia"-, pero puestos a beber de fuentes que "progresan" hacia atrás, no cita sin embargo que una de las épocas en las que menos cardenales ha habido fue en 1931, año del comienzo de la II República Española. Sin embargo, al finalizar la guerra en 1939 los cardenales españoles electores -es decir, menores de 80 años, y por tanto que podían elegir Papa- eran tres, exactamente los mismos que había hasta hoy mismo: Francisco de Asís Vidal y Barraquer, Arzobispo de Tarragona, de 70 años; Pedro Segura y Sáenz, Arzobispo de Sevilla, de 58 años; y Isidro Gomá y Tomás, Arzobispo de Toledo, de 69 años. Por tanto, teniendo en cuenta que los cardenales, debido a su edad, van "jubilándose" o muriendo, no sé de qué se extrañan en "El País", ni porqué la situación actual les llama más la atención que otros momentos históricos, teniendo en cuenta que de aquí a que el actual Papa fallezca, seguramente el número de cardenales electores se habrá reducido debido a las circunstancias citadas antes.

Desde luego no citan el hecho de que España ya ha dado a lo largo de su historia 205 cardenales a la Iglesia. Además, tampoco indican, para contrastar, que Italia sigue teniendo el mayor número de cardenales (42), seguida de Estados Unidos (18), por lo que España no destaca especialmente. Por supuesto tampoco recuerdan, puestos a tratar el tema de los máximos representantes de la Iglesia española a lo largo de la Historia, a los obispos de la zona republicana durante la Guerra Civil Española, en la que fueron asesinados su práctica totalidad por milicianos del Frente Popular. En conclusión, este diario sigue en su línea de dar información falsa o sesgada con la finalidad de restar importancia o desprestigiar en lo posible a la Iglesia, desinformando a sus lectores. Por cierto: "El País" señala que en total hay nueve cardenales españoles. Sin embargo, son diez. Deberían contrastar la información que ofrecen.

En cuanto al diario ABC, tras el giro en su línea editorial, hace tres cuartas de lo mismo, y así J. V. Boo y J. Bastante (firmantes del artículo) consideran que Benedicto XVI "concede un trato privilegiado a España" por estos nombramientos. Cabe decir lo mismo que lo señalado en lo referente a "El País": ¿Dónde se observa el trato privilegiado, teniendo en cuenta que España contará a partir de hoy sólo con 10 cardenales (entre activos e inactivos), al igual que Francia o Alemania, frente a los 42 italianos o 18 estadounidenses? El problema es que "vende", entre ciertos sectores, la situación "privilegiada" de la Iglesia Española, cuando la realidad es que está siendo atacada constantemente, especialmente por el gobierno y la mayor parte de los medios de comunicación.

En línea con los anteriores, "El Periódico de Catalunya", en clave totalmente nacionalista, tras elogiar el nombramiento del nuevo Cardenal de Barcelona, la emprende contra García-Gasco, el de Valencia, definiéndole como "del ala dura que lideran los cardenales Antonio María Rouco y Antonio Cañizares, arzobispos de las demarcaciones de Madrid y Toledo, respectivamente". Lo primero que deberían aprender los "periodistas" de dicho periódico, es que las divisiones territoriales eclesiásticas se denominan "diócesis" y no "demarcaciones" (como si se tratara de lindes de terrenos con ganado o términos municipales). Además, me pregunto qué entenderá esta gente por "ala dura"... (es una pregunta retórica), o por qué dejarán fuera del saco al otro cardenal español existente hasta hoy, el cardenal Amigo, de Sevilla, pues en cuanto a Fe y Moral es tan del "ala dura" como los anteriores, lo mismo que el resto de los fieles católicos -los que no lo sean sólo por bautismo, sino consecuentes con sus creencias religiosas-.

"El Mundo", por otra parte, se suma al concierto anterior y señala que los sectores más tradicionales consideran a García-Gasco, junto al también valenciano Cañizares y al gallego Rouco, como "el tridente que mantiene en pie y seguras las defensas de una Iglesia española atacada por los cuatro costados por el laicismo beligerante del PSOE", mientras que los más "moderados" lo tachan precisamente de ir descaradamente de la mano del PP y de defender sus postulados desde el púlpito. Menos mal que son "moderados"... No se equivoca el mundo en lo que al ataque laicista se refiere, especialmente desde las filas del actual gobierno. Pero, ¿de dónde saca que la Iglesia española se mantenga únicamente gracias a estas tres figuras de su jerarquía, excluyendo a todos los demás?

Por último, ni que decir tiene que la ceremonia de creación de cardenales no la han seguido las televisiones estatales españolas ni las del grupo PRISA o MEDIApro, pese a su carácter no sólo religioso, sino también diplomático, ya que los cardenales forman parte del gobierno de la Iglesia, cuya sede visible es el Estado del Vaticano, y por tanto nuestros representantes políticos (y los de todos los demás países) tienen y tendrán que mantener relaciones con ellos, sin discriminación de su condición religiosa (como establece nuestra Constitución, por otro lado).

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